Hola.
Advertencia: Es probable que esta entrada jamás vea la luz del día, si lo hace, puede que no tenga ningún sentido y supongo que en el fondo, esa es la idea, porque este es uno de esos momentos en que el blog está siendo usado para su motivo original: ser el escape a las malas decisiones que se toman cuando uno no tiene en que poner la cabeza en malos momentos. Están advertidos.
"El problema de la adherencia"
Son las 13:15 del lunes 18 de Julio del 2016 y por primera vez desde mi ya histórica -por tiempo, no por relevancia-, entrada de odio del 2014, siento esa impulsividad de dejar plasmado algo en alguna parte por miedo a que de no hacerlo, termine generando combustión espontánea y explote dejando un radio de victimas y radioactividad visible desde el espacio.
¿El motivo? La adherencia.
En mi carrera, la adherencia es aquella característica o circunstancia que determina la regulación que se le va a aplicar a ciertos bienes que pese a no ser de la calidad en que se les considerará, se le aplicarán las mismas reglas por en los hechos, no poder fácilmente separárseles de lo principal. Así, las edificaciones y plantaciones permanentemente adheridas al piso, se considerarán "inmuebles", carácter del que es titular la tierra o suelo en donde se encuentran "adheridas".
Me acuerdo que cuando tuve el ramo en donde vi la materia, esa fue una de las que más me llamó la atención, no sé si era el hecho de que la palabra me sonara graciosa, el que inconscientemente todo el mundo (estudiante de derecho o estudiante de cocinero) lo sabría o le habría encontrado por la logística del punto, o que simplemente me gustaba la idea que dos cosas por estar siempre juntas, en algún momento se miren como una sola... la razón de esa curiosidad es algo que hasta el día de hoy no recuerdo.