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domingo, 1 de mayo de 2016

El Regreso

¡Hola!

-en momentos como este deberían poder musicalizarse las entradas de blogger y así escucharían la intro de "Without Me" de Eminem- 

Estuve mucho tiempo pensando en sobre qué quería escribir para volver, pero lo pensé tanto que solo terminé dejando pasar más tiempo sin publicar nada, así que hoy mientras me plastificaba en mi segundo pijama del fin de semana, terminaba leer mi actual libro favorito y escuchaba la lluvia me dije ¿por qué no?, y bueno, decidí escribir sobre todo lo que normalmente no escribiría.


El Regreso: 
"Un mes y medio de las cosas sobre las que normalmente no hubiera escrito"


Sé que se ocupa mucho eso de decir que han pasado un montón de cosas en los intertantos que transcurren mientras uno se va y vuelve de un lugar, pero en este caso es cien por ciento verdad. Como siempre, no sabía de que forma redactarlo o qué tema quería tocar, así que decidí tocarlos todos un poco y escribir hasta aburrirme, empecemos.


--> Los caminantes lentos: Hace no mucho mientras iba por el centro después de un almuerzo /slash/ cita -not following questions-, me empezaron a molestar por el hecho de que caminaba muy rápido y que traía a quien venía conmigo apenas... claramente me puse a reír y defender diciendo que yo caminaba lento, (porque claro, cuando uno tiene dos años de edad mental, siempre que te dicen que eres algo tu respuesta es decir que no lo eres), entonces paré en la calle y después de esas peleas falsas que uno tiene porque si, empecé a caminar y me di cuenta que en verdad podía tener algo de razón, quiero decir, yo siempre pensé que era normal caminar una cuadra por minuto o que de mi lugar de práctica al tribunal (12 cuadras) en momentos de apuro pudiera caminar la distancia en 9 minutos, pero parece que no era así. En fin, el punto es que después de eso me he empezado a dar cuenta de lo lento que camina la gente y de lo mucho que me molesta, entonces un día viendo un vlog llegué al concepto de los "slow walkers" y me sentí totalmente identificado. Es como un odio / instinto homicida el que nace cuando vas muy (MUY) apurado y justo en la mitad de la calle hay una señora/caballero/niño que camina como si usara calcetines de cemento, es tanto, que a veces termino cruzando la calle o caminando una parte de la vereda por la calle hasta adelantarlos y siempre pienso en que me gustaría tener músculos para poder tirarlos arriba de un hombro y avanzarlos conmigo lo que quede de camino en común.

--> El swtich:  Esto iba a ser sobre lo que escribiría si me decidía a hacer una entrada propiamente tal, pero después decidí que era mejor no hacerlo. Ahora que está de moda el "mood" como concepto les quiero hacer una pregunta, ¿no les pasa que a veces andan irremediablemente insoportables o pesados con el mundo sin justificación alguna y sin querer serlo?

Siempre me he admirado de ser una persona paciente y dentro de lo antisocial, ermitaño y odioso... cordial, pero últimamente siento que el chakra del auto-control me está fallando. Todo empezó cuando en la práctica pasó un incidente con alguien que si bien no fue nada del otro mundo, me generó la necesidad de ocupar mis reservas de litio espiritual para no dejarle la mitad de mi zapato en la traquea, en eso, y una vez finalizado, me fui caminando tomando el fresquito, empecé a pensar en la situación y tras un exhaustivo análisis, decidí que en verdad estaba súper mal en lo que hacía, porque claro, una cosa era ser cordial, -intentar ser- empático, y etc. Pero en los hechos, me estaba pasando de tonto, entonces me vino la sensación de vómito verbal que te hace hacer cosas sin procesar demasiado, así terminé solucionando el asunto de una forma que no sé si fue la mejor, pero al menos le puso fin.

Pasaron las semanas y llegué a otro momento en que por cuestiones de formalidad y normas de trato social tuve que tragarme las ganas de decir lo que en verdad pensaba (esta vez estaba involucrada alguien jerárquicamente superior), entonces lo hice. Terminé lo que hacía y cuando salí había una compañera afuera, la que a penas me vio supo que algo había pasado y así fue que lo supe, se trataba de algo grave. Al parecer, de una forma u otra estaba empezando a caer en circunstancias donde pese a tener infinita paciencia, se había creado un borde muy delgado donde solo hacía falta que alguien lo cruzara para que mi interruptor de carácter pasara de maestro zen a peleador kamikaze (lo escribo así porque especialmente la última vez, estuve a punto de explotar sin importarme las mil malas consecuencias que me podía traer hacerlo).

--> 15: En este punto no me explayaré demasiado, porque si alguna vez llego a escribir al respecto, será en una forma -para mi-   más adecuada. Son pocos los momentos en que uno de verdad es capaz  de parar el tiempo a su alrededor y volver a sentirse como alguna vez lo hizo y pensó que jamás iba a volver a suceder, durante este último tiempo (año) y en especial estos últimos dos meses yo lo he podido hacer. Panoramas fugaces, caminatas al sol y el frío, tartamudeo al hablar y las ganas de que desaparezca cada ser humano dentro de un radio de 500 metros, ¿acaso no eso tener quince años de nuevo? yo creo que si.

--> El miedo: Me acuerdo que cuando pequeño me daba mucho susto la oscuridad, como hijo único de mamá viuda, me tocaba quedarme solo muchas horas de muchos días, a veces mi mamá salía o tenía cosas que hacer y llegaba muy tarde, entonces yo me quedaba dormido esperándola. Un día soñé que entraba gente a robar y  nos mataban, desde entonces, le tomé miedo a estar en la oscuridad, en silencio y sentir ruidos o movimientos que no fueran los de mi propia respiración. Un poco más grande me daban miedo los perros, no recuerdo bien porqué, pero les tenía tanto miedo que siento lo evaporaba, tanto así que solían ladrarme o seguirme, a lo que entré en la pubertad los iniciales desaparecieron y nacieron un centenar más. Hoy en día han mutado, el dejar la seguridad de la normatividad y estar a casi nada de la independencia educativa han hecho que  me asuste ser grande y enfrentarme al mundo, me asusta no encontrar donde empezar ni que hacer y a dos semanas de terminar mi práctica, mis miedos más grandes dejaron de ser  los hechos o las personas y pasaron a ser las preguntas y el hecho de no saber como contestarlas.

--> Otoño: Yo creo que esta es la principal razón de mi regreso, ¿existe una mejor estación? -si su respuesta es afirmativa, omítanla, no me interesa saber de ella-, quiero decir, es como si el mundo estuviera decorado, las calles, las paredes húmedas, la gente, todo se llena de colores, capas y el tenue olor de la tierra pre y post lluvia, el té se vuelve un compañero y las estufas/chimeneas/aires acondicionados el lugar de encuentro, las manos frías son el arma de ataque y lo cuellos y espaldas los blancos a atacar, los abrazos son más largos y la música cobra mejor sentir, en serio, realmente en serio, me cuesta entender la reticencia a lo que yo encuentro es la mejor estación para vivir.


Con eso concluyo esta muy mediocre vuelta al mundo de los blogs, no pensé la verdad que se me fuera a hacer tan difícil (pasó una semana entre que empecé y terminé de escribir), pero me alegra no haberme rendido a mitad de camino, supongo que el parte de la magia del otoño esto de querer sentarse con un tazón de té a escribir un poco sobre nada.

Como siempre, les dejo una canción -la cual para variar dudo en exceso-. Hoy viajaba como copiloto rumbo al lugar que me serviría de interfase para encaminarme a mi pueblo y en eso, sonó una canción que me gusta mucho y que ayer de mi celular hice sonar para amenizar una jornada de pizza casera donde yo solo miré y canté en secreto tratando de aprender. Producto de aquello, después de despedirme y cambiar de transporte, fue el primer grupo que puse y  entre las canciones que salieron se me pegó un tema a nivel colosal, lo he escuchado todo el día y ha sido lo único que suena en mi computador desde que re-abrí la entrada. Pese a ellos,  no será el tema que pondré porque ya le encontré un destino mejor, ahora ¿cual es la importancia de todo esto?, me explico... pasó que en la disyuntiva musical, la canción que elegí fue precisamente la que me vine escuchando la última vez que hice ese mismo viaje. Es más divertida, suena más alegre y siento hace mejor juego con el hecho de "regresar" al blog, así que raramente pese a ser muy distintas, ambas para mi apuntan a lo mismo, y esta también es una canción de un grupo que iba sonando la anterior vez que fui copiloto. Espero les guste.

Hasta cuando tenga que ser...



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