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jueves, 12 de octubre de 2017

Perspectiva

Hola.

Como yo mismo lo supuse, no fui capaz de aguantarme y pese a que en mi planificación no me agradaba, aquí estoy... escribiendo una entrada intermedia (sin ninguna relación-conexión necesaria con la anterior ni la que venga), empecemos:


"Perspectiva"


Hoy me tocó hacer uno de mis deportes imaginarios favoritos: Caminar muchas cuadra bajo un clima tolerable, escuchando un disco que me gusta mucho e imaginándome en un lugar muy lejos de donde físicamente estaba. ¿La razón? me había juntado a almorzar con dos amigas en el centro pese a tener comida perfectamente consumible en mi casa (porque sinceramente... ¿a quién le gusta comer solo?) y pese a ello, ni diez minutos después de haber terminado, se nos ocurrió ir a la heladería que estaba en esa misma calle a tomar tecito y comer postre, por lo que en alrededor de hora y media de tiempo, entró a mi cuerpo un consomé de pollo, un plato -bizarramente- grande de fetuccini, una bebida, un té y una porción no pequeña de cheesecake de frutos rojos. ¿Consecuencias? la necesidad imperiosa de sentarme media hora al sol para hacer fotosíntesis y que el cuerpo asimilara el consumo, además de un cierto grado de culpa. Con eso en mente, fue que me decidí a venirme caminando a mi casa, unas 30-40 cuadras aproximadas que me ayudarían a tomar algo de vitamina D, aire fresco y unos cuantos temas de mi mp4 en aleatorio. 

Las calles avanzaron, el viento se hizo fuerte y las canciones un poco depresivas, para cuando en mi fuero interno ya estaba iniciando el auto-boicot (me gusta esa palabra, casi nunca la ocupo) me tocó toparme con alguien a quien no veía hace milenios. Fue un saludo incómodo y un par de palabras de cortesía, hice el amague de seguir caminando y y me dijo: "Oye! estás demasiado flaco, la cagaste, pero no en un mal sentido, te ves bien" a lo que contesté: "-sonidos raros que uno hace cuando se ríe con vergüenza- ¡gracias!" y mientras avancé los siguientes metros tratando de no tropezarme con la vereda inestable de la calle por la que iba (cosa que es una constante en mi, si me topo con alguien, en la caminada post despedida suelo tropezarme), me puse a pensar en lo extraño que era literal haber estado hace un par de segundos sintiéndome gordo cual Majin Boo y que hubiera tenido que venir alguien sin ninguna significancia en mi vida a decirme lo contrario para que yo me dejara de culpar...



...

Cuando tenía cerca de 7 u 8 años y me internaron en el hospital por casi dos meses pensando que me podía morir, un día equis durante en ese tiempo ocurrió algo de lo que no estoy seguro si fue un temblor o simple mala suerte, pero terminó con mi aparato de control (ese que hace "bip-bip-bip" cuando estas bien y "biiiiiiiii.... iiiip" cuando no y estas muerto) cayéndose justo en mi brazo donde tenía la jeringa con el tubo que me sacada vaya a saber qué... yo estaba durmiendo o empastillado y jamás lo noté, pero logró que de mi cuerpo saliera más de un litro de sangre durante esa noche y si no fuera por una enfermera que hacía turno y vio como salía sangre por debajo de la puerta de una de esas piezas para gente muy enferma yo no estaría escribiendo aquí. A causa de aquello, es que desde que salí milagrosamente del hospital, mi cuerpo quedó irremediablemente flaco. Según todo el mundo es solo genética (porque mi papá era muy-muy flaco) pero según mi mamá y la gente que me conocía en ese tiempo se debió a eso, teoría la cual no rechazo por completo, porque cuando veo las fotos del antes y después, me doy cuenta que en menos de medio año pasé de ser una albóndiga a un niño que quedó traumatizado con los jarabes y el gusto de los tan malditos "golpes vitamínicos". ¿Y qué problema hay con eso? es que al parecer desde allí y más notoriamente en la pre-pubertad empecé a presentar momentos en los que no reconocía ni me familiarizaba mucho con mi cuerpo, normal puede parecer, lo sé... pero el asunto es que poleras o pantalones que yo encontraba me quedaban cortos, les sobraban a lo menos 5 centímetros de basta... ¿Han escuchado la palabra dismorfia? pues yo supe casi saliendo de la enseñanza media, que tenía un muy leve nivel de aquello.

Según lo que sale en wikipedia y de lo que yo me acuerdo concuerda con lo que me dijo el doc en ese tiempo, la dismorfia es un trastorno en el que las personas tienen una visión errada o distorsionada del como físicamente son, respecto del a como realmente los demás pueden verlos. Ej: Creer que la nariz la tienen chueca cuando está perfectamente normal, verse en las fotos un ojo más grande o un brazo más largo cuando si lo miden con regla es perfectamente igual al otro y no, no es como los trastornos alimenticios ni obsesión egocéntrica es realmente verlo/creerlo, más allá de que te digan lo contrario, es por eso que la gente que la tiene en un nivel normal o elevado desarrolla cosas como la vigorexia/tanorexia y todos sus parientes de apellido "exia", lo mio no era propiamente tal eso, pero casi... por lo que siempre me he sentido un poco más cachetón, gordo, flaco, alto, bajo, pati-largo, huesudo, etc de lo que realmente soy, pero me pasa que si veo fotos mías soy capaz de darme cuenta que estoy equivocado, y que donde yo veo cachetes de ardilla a veces cuando paso rápido frente al espejo, en una "selfie" se ven los pómulos o donde yo siento mirando una polera que me va a quedar apretadísima, si me meto a probador logró captar que en verdad me queda bien o hasta un poco grande... pero es algo que he ido aprendiendo, es solo cosa de ver mis fotos de "incómoda pre-adolescencia" donde figuro modelando los mil y un pantalones más largos/anchos/altos de lo que debería, las poleras gigantes y los polerones cortos... es un verdadero show humorístico, créanme.

Este año, por razones ya explicadas en la entrada anterior, me ha tocado pasar por muchas más cosas de las que estaba preparado para afrontar, por lo que una vez más, fue mi cuerpo el primero que mostró modificaciones como consecuencia... ¿Cómo lidian con el estrés ustedes? -espera infinitamente sin respuesta-, porque lo que es yo, lo último se me pasa por la cabeza es comer. Durante la universidad y sus poco felices periodos de pruebas y exámenes me tocó ver mucho como compañeros se consumían tan o más rápidos que los cigarros que tanto quemaban o se comían su peso en chocolates y otras golosinas del estilo. Yo por otro lado, siempre tuve como reacción la falta de apetito, una vez mi mamá me cuestionó si podía ser o no una anorexia involuntaria, pero rápido lo descartamos porque comía sin culpa cuando me llegaba el hambre. En esa misma linea es que me es fácil reconocer mis "mejores" momentos físicos en la vida porque penosamente coinciden, con los periodos en que peor lo he pasado, les cuento:

--> Tercero Medio: El verano pasado había crecido cerca de 12 cm (lo cual probablemente ayudó), tuve mi primer "enamoramiento" el cual no funcionó y la niña en cuestión me dejó en una friendozone de cual nunca me di por notificado porque para cuando lo hizo, ya se me había ido el interés. Mi mamá después de 13 años de viudez se puso a "pololear" con alguien que me cayó pésimo y empecé a tener muchos problemas con ella, mi grupo de amigos se fracturó y quedé lo más al medio que podía quedar: Mala-mala época, pero dios que buen estado físico, que bonita mi cara, mi pelo, todo. A veces veo fotos y entiendo porque me iba "tan bien" en los coqueteos y me castigo por haber sido tan tonto y no haber aprovechado ninguno. Plus: Ese fue la primera vez en mi vida que "traté" de hacer ejercicio y sentí que abajo de toda mi grasa, de hecho, habían músculos, todos gracias a Nachito, mi primer mejor amigo y probablemente el mejor que alguna vez vaya a tener, haberlo perdido a él por gente que solo le trajo malos ratos a mi adolescencia y no le aportó a mi vida nada más que resistencia a los imbéciles es sin lugar a dudas uno de mis pocos arrepentimientos a mis 26 años de vida, él era casi un max-steel del mundo real, me acuerdo que con su en ese entonces ex (en la actualidad ex y mi primera enemiga real oficial) lo molestábamos porque si le rozabas cualquier parte del cuerpo LITERAL se sentía como si fuera de cemento. En fin, el me inspiró a creerme un poco el cuento y dentro de todo ese año de oscuridad, logró que me viera por primera vez lindo desde afuera.

--> Segundo año de Universidad: Días de ser un "mechoneador" universitario, creerte superior por haber pasado un par de ramos de mierda que te sirven de absolutamente nada, fiestas indie-hipsters con Sandrita, primer grupo estable de amigos, pero con ello: peor (que con el tiempo sería la mejor, pero muy en el tiempo) toma de ramos del mundo, profesores más difíciles y ramos exigentes, dramas internos, dramas familiares, conflicto entre mis amistades de toda la vida: De mediano a mal el año, pésimo al final, pero con ello: flacura, no creo que belleza, pero al menos flacura.

--> Cuarto año de Universidad (el año del terror): Atravesar tercero de Derecho había sido un caos, era el año con más anuales y más ramos en general, todos importantes, cada uno muy distinto del otro, durante ese año había tenido mi primera intención de relación desde que había entrado en la universidad, pero se murió y no funcionó antes de siquiera llegar a ser algo. El día en que se supone debía acabarse el mundo (para el que se acuerde de la fecha le debo un sunny), conocí a alguien, me caía bien, nos llevábamos súper, tanteamos terreno durante ¡NUEVE MESES!, si amigos... nueve meses (siempre pensé que habían sido seis, siempre lo conté como seis, pero hoy y solo hoy me di cuenta que fueron nueve, 9, NUEVE), entre que si y que no, solo para que yo siendo yo y después de mucho tiempo sacara al leo-hijo único y estudiante de derecho y decidiera decir que "gracias, pero no gracias, no estoy para esto, adiós". El verano previo a ese cuarto año me fui donde mis tíos a la playa, me recibieron súper y mi tía se propuso como tarea alimentarme y quedó impresionada de que pese a lo mucho que comía, no engordaba nada, es más, contra todo pronóstico, llegué a Talca incluso más flaco y en el modulo de ese año, (en el que otro dato terrible a señalar: estaba solo y todos mis "amigos" en cursos más abajo por los ramos pendientes) tengo vivo el recuerdo de salir al hall de la facultad y ver a la Vale (amiga de esa época, que fue muy amiga y de mi grupo de amigos de los que un par de veces he hablado, pero hace poco hemos vuelto a conversar algo y por eso escribo el nombre), me dijo que estaba muy flaco, pero muy y que si estaba comiendo... me acuerdo que me dio mucha vergüenza, uno por su cara de preocupación real y dos, porque en serio yo no me sentía así... En ese año también pasaron otros grandes sucesos, fue el año de la destrucción juvenil, el acohol el salir cuatro noches a la semana y las máximas indecencias, pero fue a su vez, el año del fin de ese grupo de amigos, el querer irme de la universidad, el ser cacheteado por la realidad en un aspecto no menor de mi vida y literalmente alejarme de cada ser viviente que tenía cerca... ¿Conocen Topshop/Topman? bueno, ese fue el año en el que me compré entre 4 y 5 poleras talla XS y XXS que solo ahí existen y me quedaban algunas de hecho... un poco grandes. Jamás después de ese año las pude volver a usar, me entran si, pero me siento algo mucho menos que cómodo en ellas.

--> Examen de Grado: Hay palabras que le provocan repulsión a un estudiante de derecho del solo hecho de escucharlas o pensarlas, les daré un par de muestras como ejemplo. Si lo son, díganme (no lo harán) y racionalicen lo que les ocurre cuando lean las siguientes, si no lo son, díganselas a un amigo que estudie la carrera:

- POR TANTO.
- Derecho Tributario.
- Claro Solar.
- Usía.
- El estatuto administrativo.
- "Se cita a asamblea resolutiva para..." (no importa de qué ni cuando)
- Clínica Jurídica.
- *alguien te pregunta que estudias y dices Derecho* ¿DERECHO PA' DONDE?
- Oye, sabes que tengo una consulta, que puedo hacer si.........................
- "La prueba es oral y formal" - lo que empeora si era escrita y formal o si es verano.
- "En lo principal"....

Esos son ejemplos buenos (y clásicos) y como ellos hay muchos más que nos basta leer y escuchar para transformarnos en el hermano gemelo del emoji que sube los ojos en señal de "dios..." pero hay una palabra que puede hacer que se nos levanten los pelos desde el tobillo hasta la nuca y esas solo son tres: "Examen de Grado". Para esa fecha yo ya estaba solo y sin ninguno de mis originales amigos de universidad o los que hubieran entrado en mi año siquiera. La mayoría estaban atrasados o habían decidido no calentarse la cabeza,  estudiar un año y no seis meses como se me ocurrió a mi. En reemplazo, tuve lo mejor que me pudo pasar: Cuatro enseres (además de mi persona) que nos habíamos conocido en la clínica jurídica, cada uno de una onda distinta y quienes fuimos el apoyo moral e intelectual para los momentos de odio, angustia e intenciones suicidas y quienes increíblemente a la fecha, siguen juntándose sagradamente al menos un par de veces al año.

Durante esos 5 meses me tocó de todo, mi mamá había terminado su relación y eso llevó a muchos conflictos, el estar estudiando de ocho a nueve horas diarias casi corridas todos los días de febrero a julio, dormir mal, comer pésimo, el estrés, los nervios, se me cayó el pelo y la cara en conjunto, casi que no tenía vida social porque me dejaba solo un día para salir y por lo tanto, casi que turnaba a mis amigos para verlos, fue terrible y no se lo deseo a nadie nunca jamás ni aunque me cayera pésimo... con eso dicho, ¡oh dios! ni un kilo subí, se me veía la cara ojerosa, eso si, pero joven, quedé en la pasta base total y las fotos de la fecha, de las celebraciones y de ese septiembre yo creo que pueden ser de las más bonitas que me he sacado o han tomado jamás.

---> Invierno de 2017 hasta la fecha: Haciendo honor a la introducción de esta entrada y para no ahondar en el tema, un sumario: Quiebre en un sector de la familia, recién pateado, oportunidad laboral desaprovechada, mamá con cáncer, distanciamiento de amistades, influenza de un mes, insomnio que me ha tenido (hasta hace casi nada -y hoy-) durmiendo no más de tres o cuatro horas al día. En verdad, salvo el próximo año se me muera alguien -ojalá no- o me muera yo -no sé si tan terrible-, el peor par de meses de mi vida, y con ellos adivinen... ¿Lo hicieron? ...pues claro que sí: Entre las caminatas para pensar mejor o no pensar nada que me llevaron muchas veces del centro a la universidad o a mi casa, incluso a veces de la universidad a mi casa (que es mi ciudad completa), la ausencia de la chatarra -tan- recurrente, el llanto y el estrés (que me imagino algo de actividad físicamente generan también), las conversaciones largas y la falta de horarios, las micros y las tutorías me quedé con más gasto que ingreso, y en cuestión de semanas vi huesos donde antes había grasa, aire donde antes los chalecos se llenaban y más firmeza donde antes todo se hundía.

¿La verdad? No sé cual es la explicación empírica para el suceso, no sé si es algo anormal siquiera, a lo mejor nos pasa a la mayoría, pero no me deja de parecer gracioso que el cuerpo nos juegue esas pasadas y nos arregle por fuera cuando apenas y logramos flotar por dentro, pero nos haga a su vez demacrar o achatar esa externalidad cuando de hecho, estamos increíble por dentro, ¿será karma o aritmética? A veces siento que debí poner un poco más de atención cuando en matemáticas nos enseñaban proporciones, tal vez me después de todo, si llegaba un momento de la vida en que se pudieran ocupar para algo...

Esta foto es de
ese 15 de Septiembre
Hoy siento al mundo extraño, y yo dentro de él, me siento el más extraño de todos, desde junio hasta poco antes de mi cumpleaños hubieron muchas semanas en las que evité incluso el pasar por ventanales o superficies reflectantes porque la idea de tener de siquiera existir me parecía demasiado agobiante como para además sumarle el hecho de tener que mirarme como me veía para el resto. El 11 de Agosto (último día de la semana del terror) me tocó despertar temprano y pasear a mi perro antes de irme a la universidad, ese día pese a estar horrible estaba cálido, y mi perro que pesa más de la mitad de lo que yo me llevó corriendo por toda la plaza cerca de mi casa, llegué a mi casa hecho una sopa y me tuve que bañar de nuevo... tanto era el nivel de auto-rechazo que sentía que en esos meses hacía el ritual del baño con los ojos cerrados o mirando la pared: Entrar, ropa fuera, mirada abajo, dar el agua, entrar, salir, toalla y vestirse, ese era el ritual. Ese 11 de agosto yo llegué a mi casa a las 10:30 y tenía que salir de mi casa a las 11:10 para poder llegar a las 12 donde quería, por lo tanto corrí a dejar a mi perro al patio, corrí a buscar mi toalla y cuando di el agua y me saqué la ropa, se me olvidó el no estar más cerca de la ducha y mirar hacia arriba, por lo que cuando subí la vista me tuve a mi después de mucho tiempo frente al espejo. Ese 11 de agosto no me dieron ganas de mirar a otro lado, me quedé un par de segundos con los ojos fijos en lo que hace mucho tiempo no sentía mio: mi "yo-mismo". Me vi flaco pero no enfermo, me vi huesudo pero no anoréxico, vi menos panza y menos piel suelta o rellena, me vi menos como el Rodrigo de universidad y más como el Rodrigo de Liceo, el que Nachito quería llevar a entrenar con su hermano karateka, el que iba a la playa, la piscina y se sacaba la polera antes de llegar siquiera para el primero en tirarse al agua... no creo haber llorado, pero si me reí, primero despacio y después un poco más fuerte, fue raro y bizarro, menos mal no había nadie o me hubieran internado (broma). Ese 11 de agosto después de bañarme me tomé una foto sin ropa en la parte superior de mi cuerpo, sentado en la escalera frente a la ventana porque mi celular era pésimo y sin la luz adecuada no se veía nada, la tomé sin peinarme y con los lentes ópticos puestos, de puro impulso e insegura-seguridad, ese día una tecla que llevaba mucho sin sonar había vuelto a hacer ruido y la verdad era que no sabía si en el futuro se repetiría, por lo que quise dejar una muestra...

Esa foto me dio mucha vergüenza, desde tomarla hasta escribirla y subirla a instagram, entre mi cumpleaños y el día de hoy han habido momentos en lo que he vuelto a sentirme como antes, sin muchas ganas de mi ni de nadie, me arrepiento de haberme sentido bien conmigo mismo y ahogo en el pudor de imaginarme una que otra risa anónima si es que la llega a ver, cuando pasa eso me decido a borrarla y lo hago con mucha seguridad... pero me toca abrirla y se me pasa. Veo las sombras en los huesos de la clavícula, los granitos en los brazos y ese bigote indecente que siempre he tenido desde 4| medio, veo la chasquilla cortita y poco agraciada que en algún tiempo fue muy larga y bonita, me veo las ojeras irremediables que me dejó estudiar 5/6 años de Derecho y la mueca en la boca como puerta de seguridad para no mostrar los dientes chuecos, veo todas mis pifias y las enumero en orden una por una sin siquiera tener que mirar de nuevo, y mientras las veo me veo a mi también ese día, destartalado empujado por mi perro en la plaza, acalorado y transpirado corriendo por mi casa y atrasado como siempre, me veo en ese caos fortuito que me hizo por un día dejar de pensar en el caos real que me hizo dejar de verme a mi mismo, me veo después de la foto subiendo a mi pieza para ordenar la mochila, abrir mi closet y revisar mi ropa hasta encontrarme con esa camisa muy linda que me compré en santiago el día antes de irme de viaje, esa que me ayudaron a elegir y que me compré en una talla más grande de la que debí solo porque sentía estaba gordo sin estarlo, esa que compré única y exclusivamente para ir a una cita, una real, en las que planchas tu ropa, te peinas, vas al cine, comes y caminas, muy de Cinecanal o Disney Channel, tenía la etiqueta puesta y como era de esa tela especial que me gusta, pese a nunca haberse estirado no tenía ninguna arruga. Tomé las vans negras que después de medio año me atreví a lavar, los pantalones negros que días antes y después de años de auto-odio y muchos meses de "no, no se te verían bien" me decidí a apitillar pese a que mis piernas son muy flacas y me la puse abajo de una chaqueta grande y cardigan... ese día salí de mi casa sintiéndome bonito sin estar disfrazado, ese día tuve el último encuentro desagradable de mi semana del terror y no me hizo querer morir ni hundirme hasta aguantarme las ganas de llorar, ese 11 de agosto antes de que cualquiera tuviera la oportunidad para demostrarme lo contrario, yo ya me había dicho que las cosas no siempre podían salir tan mal.

...

-Esta entrada fue escrita hasta el párrafo del "examen de grado" el día 15 de Septiembre, todo lo posterior es de hoy, 12 de Octubre a las 3:20 de la mañana, si no hago una entrada explicando el porqué lo pondré en la tercera carta.-


Termino la entrada con un poco de mucho y mucho de poco, la próxima vez que les escriba será cuando retome lo que inicié y dejé inconcluso la vez anterior, tengo el impulso de dejar escritas aquí muchas "gracias" que tengo acumuladas desde agosto, pero siento no vienen al caso y que cuando suba la tercera carta podría ser un mejor lugar, a su vez, es probable que la segunda no sea una que publique (comparta el enlace en twitter) porque de todas es la más privada y si bien soy consciente de que de todas formas la subiré a una plataforma virtual donde será de quien la busque, al menos para mi, le da un leve sentido de respeto el hecho de que no sea yo quien la saque de estas cuatro paredes virtuales que siempre he sentido como tan mías y de nadie más.

Llevo desde que me ganó el insomnio y decidí prender el computador hasta ahora escuchando la misma canción, según yo, el tema más triste que he escuchado en mucho tiempo y probablemente uno de los más triste que he escuchado jamás... es lo único que he escuchado y es ella la que me hizo escribir, pero no es ella la que quiero se pegue a la idea de estas lineas, así que en su reemplazo, les dejo una de las que me hizo tener el impulso de volver por aquí ese día de fetuccini y cheesecake con mis amigas.

Hasta cuando tenga que ser...
 
 

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