Hola.
¡Por fin llegó el momento! esta es la entrada a la que
desde hace tanto le tenía miedo, significa el comienzo de un dúo o trío de
entradas o "cartas" como en su momento se me ocurrió titularlas, y a
su vez, significa también el primer paso de lo que espero cuando termine la
última ya sea un camino recorrido, lleva casi dos meses en la planificación y
han sido incontables las veces en las que me he pillado en la ducha, en la
micro o caminando sin querer redactando inicios y cierres de párrafos que en
este punto pese a encontrarlos brillantes, son del todo infructíferos, porque
como no soy de "pre-escribir" ni anotar contenido en libretas y estas
entradas son siempre un: siéntate-toma té-escribe-revisa-publica, si llego a
acercarme a alguno de esos momentos en los que me sorprendí a mi mismo con un
determinado hilo de ideas, no creo logre ser algo más allá de una
reminiscencia.
Terminando la introducción más larga de la
historia, debo decir que mi idea durante estos dos meses fue escribirla y subirla
antes del jueves en la noche y así poder congelar las lineas en mis aún 25
años, pero como ya verán, si algo fue la tónica de esos ya viejos 365 días, es
que las cosas para mi, no se iban a dar como en algún momento las pretendí...
"Una Carta para Mi: El cuento de mi
cumpleaños pasado, el disco de mi banda favorita y 25 notas misceláneas"
(Spoiler Alert: No es una carta suicida, no es el
inicio de una secuencia de cartas suicidas, no habrá cintas de cassettes
involucradas, todos ya vimos 13 Reasons Why, así que no se imagine tonteras,
además... jamás sería tan poco original).
Veinticinco Años: La cúspide del veinteañierismo, un cuarto de
siglo y el inicio del declive a la curva de la vida con destino a los treinta,
mis diagnósticos de ese 11 de agosto del 2016 jamás se lo hubieran podido
imaginar, pues con franqueza, no creo que alguien que lo hubiera podido hacer.
Siempre me he considerado un pesimista con una crónica tendencia al optimismo,
cuestión que se refleja en el hecho de que a pesar de siempre mentalizarme para
el peor escenario posible, muy en fondo guardo una reserva pequeña que se encarga
de repetir que todo va a estar bien, hoy... y ya siendo 13 de agosto del 2017,
me pongo a meditar sobre el asunto y he llegado a la firme conclusión que si a
la primera fecha mencionada solo se hubiera encontrado el yo pesimista haciendo
el diagnóstico y se hubiera desecho de la reserva que poseía, aún así hubiera
errado, pues el límite de "lo peor" jamás tuvo en ese momento, la
plausibilidad de caer tan bajo...