Hola.
¡Por fin llegó el momento! esta es la entrada a la que
desde hace tanto le tenía miedo, significa el comienzo de un dúo o trío de
entradas o "cartas" como en su momento se me ocurrió titularlas, y a
su vez, significa también el primer paso de lo que espero cuando termine la
última ya sea un camino recorrido, lleva casi dos meses en la planificación y
han sido incontables las veces en las que me he pillado en la ducha, en la
micro o caminando sin querer redactando inicios y cierres de párrafos que en
este punto pese a encontrarlos brillantes, son del todo infructíferos, porque
como no soy de "pre-escribir" ni anotar contenido en libretas y estas
entradas son siempre un: siéntate-toma té-escribe-revisa-publica, si llego a
acercarme a alguno de esos momentos en los que me sorprendí a mi mismo con un
determinado hilo de ideas, no creo logre ser algo más allá de una
reminiscencia.
Terminando la introducción más larga de la
historia, debo decir que mi idea durante estos dos meses fue escribirla y subirla
antes del jueves en la noche y así poder congelar las lineas en mis aún 25
años, pero como ya verán, si algo fue la tónica de esos ya viejos 365 días, es
que las cosas para mi, no se iban a dar como en algún momento las pretendí...
"Una Carta para Mi: El cuento de mi
cumpleaños pasado, el disco de mi banda favorita y 25 notas misceláneas"
(Spoiler Alert: No es una carta suicida, no es el
inicio de una secuencia de cartas suicidas, no habrá cintas de cassettes
involucradas, todos ya vimos 13 Reasons Why, así que no se imagine tonteras,
además... jamás sería tan poco original).
Veinticinco Años: La cúspide del veinteañierismo, un cuarto de
siglo y el inicio del declive a la curva de la vida con destino a los treinta,
mis diagnósticos de ese 11 de agosto del 2016 jamás se lo hubieran podido
imaginar, pues con franqueza, no creo que alguien que lo hubiera podido hacer.
Siempre me he considerado un pesimista con una crónica tendencia al optimismo,
cuestión que se refleja en el hecho de que a pesar de siempre mentalizarme para
el peor escenario posible, muy en fondo guardo una reserva pequeña que se encarga
de repetir que todo va a estar bien, hoy... y ya siendo 13 de agosto del 2017,
me pongo a meditar sobre el asunto y he llegado a la firme conclusión que si a
la primera fecha mencionada solo se hubiera encontrado el yo pesimista haciendo
el diagnóstico y se hubiera desecho de la reserva que poseía, aún así hubiera
errado, pues el límite de "lo peor" jamás tuvo en ese momento, la
plausibilidad de caer tan bajo...
(Nota N°1: Si bien la ley de Murphy sirve como ejemplo de
nuestros chascarros cómicos y de comparación para situaciones extremas, nunca
debemos olvidar que no por nada lleva la palabra de "ley" en ella,
por lo que no es poco-realista tener al menos la consciencia de que aún cuando
todo parece terrible y peor... en verdad, podría estarlo aún más).
El veinticinco era uno de esos números que me
causaron rechazo toda la vida, no sé si porque los treinta siempre han sido mi
década menos favorita y este número significaba lo inevitable de llegar a ella
o porque los veinticuatro habían sido por lejos, pero estratosféricamente lejos
los mejores de mi vida hasta el momento y el llegar a ese agosto marcaba el fin
de ellos, pero siempre les sentí cierto rechazo. Me explico:
Rodrigo a los 24: Llegué a ellos recién saliendo de las
celebraciones del examen de grado (menos de dos semanas), con un grupo de
amigos que se había juntado y apoyado durante los últimos seis meses como una
mini-familia, recibiendo cariño de cada ser que podía entregármelo, teniendo
planes de viajes y salidas que se fueron concretando, con un estado físico no
visto desde cuarto de universidad (probablemente uno de los pocos periodos de
auto amor que he tenido en mi vida), dos meses de vacaciones, estabilidad
familiar, social e incluso personal.
(Nota N°2: ¿Les pasa que tienen una edad o
año favorito y de solo pensarlo sienten vividos ciertos momentos?, a mi
siempre)
En el transcurso me dediqué a mi práctica
profesional, aprender todo lo que más pudiera y encontré en la gente que la
hizo conmigo, un núcleo que venía a complementar esa "nueva
sociabilidad" que jamás había querido tener, pero de la nada estaba
llegando, gente con la que incluso en el mayor de los niveles de estrés, todo
se sentía tranquilo, en las vicisitudes del auto-amor, me había decidido a
darme la oportunidad (solo la oportunidad) de dejar que si podía existir
alguien con quien compartirlo, a lo menos, lo intentaría.
Y llegamos al término: Rodrigo en su último día de
veinticuatro años, con su práctica recién terminada, esperando el turno para
jurar y ser por fin un "abogado", con un buen grupo de amigos, una
relación estable de ya cinco meses y un par más de pre-relación, sin un tan
buen estado físico por culpa de Mcdonalds, pero lleno de otras cosas, había
aprendido que después de todo si se podía sentir y que el miedo más grande que
le siguió siempre por la historia de sus padres y el temprano final, tal vez
había sido solo eso: "miedo". Atreviéndose a ser feliz de a poco, de
no culparse por ello y dejar que otro ser humano pasara a formar parte de su
vida en un modo que nunca antes había dejado a alguien serlo. Con familia y
parientes que estaban ahí y esa incertidumbre juvenil de lo que se podía venir.
¿Como no iba a ser triste que un año en lo que todo
eso pasó se fuera a terminar?
(Nota N°3: Si engordas estando en pareja, es
porque lo que tienes es real, no sé como ni porqué, solo sé que así es)
Volviendo a la linea temporal, los vienticinco
habían empezado buenos, nuevos, pero extraños... ese 12 de agosto partió con el
corazón, me tocó despertar mega temprano, pues por razones de tiempo y
distancia nuestros espacios se reducían a tardes fugaces algún día de la semana
y si o si, un día más largo en el que llegabas muy temprano y yo me levantaba
como podía para estar funcional y así estar juntos hasta que fuera de tarde
pasado el almuerzo, a veces... un poco muy tarde. Ese día partió así, muy
temprano, yo tenía interrogaciones que nadie quiso por regalarme un día
tranquilo, así que nos programamos para desayunar y después salir a comer y así
pasó, fue todo lindo y todo nuevo, era raro pasar un cumpleaños con
"ese" tipo de compañía, al menos yo nunca lo había vivido, ya que
trágica o cómicamente todas mis relaciones (o pseudo-relaciones) pasadas
habían generado la tendencia del declive casi siempre en los meses de otoño,
por lo que la idea de hastío y la necesidad de libertad o sinceridad siempre me
había hecho terminarlas antes de mis cumpleaños. Al menos yo, lo pasé
increíble, me apenaba un poco que no pudieras estar a la noche, porque iba a
ser el primer "cumpleaños" al que me atrevía a decirle a gente
(no mejores amigos) que hiciéramos algo o nos juntáramos, así que cuando
te propuse la idea y te complicaste, no hice mayor esfuerzo por insistir, ya
que siempre he pensado que nadie que no quiera estar en tu único día especial
del año merece el esfuerzo de forzarlo. Comimos mi pizza favorita en mi
pizzería favorita, había tomado de desayuno el té que me regalaste y sabías que
me gustaba y los mini-pies de limón que te quedaron increíbles y me habían
puesto contento porque eran el único postre que me gustaba... pese a toda la
felicidad, había un "pero", dos días antes en un cumple mes, habíamos
tenido la primera discusión real pues aunque hubiera sido por 20 segundos, me
habías dicho la primera mentira, por una tontera, pero mentira al fin y al ser
la honestidad una de mis pocas políticas reales y totalitarias, el hecho de que
hubiera ocurrido había logrado hacer la primera grieta de lo que después sería
un metafórico ventanal roto.
(Nota N°4: Si alguna vez fuera presidente,
decretaría que se cambiara la torta de cumpleaños por la pizza de cumpleaños,
encuentro que mucha gente me lo agradecería)
En el día las cosas se estabilizaron y tras pasar
muchas horas consecutivas los dos, me fui a mi casa donde ya me esperaban,
preparé las cosas y llegó la gente, comí y me reí como pocas veces lo había
hecho (sin preocuparme), salimos y llegamos donde estaría toda la gente,
se puso a llover y yo quedé extrañado, porque NUNCA antes había llovido
en un cumpleaños (ahí estaba la señal). Había tanta gente que no me daba
el tiempo para hablar con un grupo por más de 5 minutos corridos, era
impactante, el niño hijo único de carácter desagradable que a lo más había
tenido a 5 amigos en sus cumpleaños ahora tenía 4 mesas en el segundo piso de
un bar de mala muerte, con gente suficiente para ocupar una sala entera y con
amigos que se habían tenido que ir al piso de abajo porque literalmente ya no
había más espacio. Tomé todo lo que pude tomar, conversé todo lo que podía
conversar y después nos fuimos a bailar, entraron todos, los que eran más
jóvenes y más viejos, los que solo iban a lugares "populares"
y los que jamás habían bajado de los "pubs" con estufas y
decoraciones hipsters, bailamos mucho y llegué a mi casa, feliz porque si bien
no había estado quien yo quería, al otro día me iría a su casa a pasar el fin
de semana. Ese fue uno de los fin de semanas más bonitos de los que tengo
recuerdos, por desgracia, también fue uno de los últimos.
(Nota N°5: ¿Existe alguien que disfrute el
momento del "cumpleaños feliz"?, a veces me cuesta entender
como una canción con solo cuatro versos puede sentirse como un milenio entero,
qué cara poner, a quien mirar, ¿me debería cantar yo también?, que vergüenza si
no logro soplar todas las velas de un solo intento y ¡por dios que a nadie se
le ocurra la idea de un tortazo! ...francamente terrible me parece).
Con los meses llegó el letargo, la vida dejó de ser
tan fugaz y empezó su proceso de normalidad, tuvo grandes momentos y un par de
aventuras entretenidas, las fiestas patrias compartidas en pareja, el año nuevo
con mi mejor amiga saliendo solos contra el mundo, el juramento y oficialización
de la abogacía, el viaje a Quillota y las mil horas de copiloto, lollapalooza y
compartir con la Andrea, las idas a Santiago, la primera vez en que alguien se
vino a quedar conmigo a mi casa, las primeras causas particulares, etc... Pero
también tuvo otro no tan buenos: el cumpleaños de tu pareja y la presencia de
esa grieta que casi termina en el primer -valga la redundancia´- termino, las
inseguridades, el corte en la relación con mi madrina, la distancia -natural-
entre la gente que antes era tan unida, las primeras peleas, el estrés de las
interrogaciones, discusiones familiares, las primeras muestras de desinterés en
la relación y segundas y terceras faltas de honestidad y así... etc.
(Nota N°6: "Las matemáticas y la vida"
son dos cosas que si bien todos los humanistas del mundo rebatimos están en una
estrecha relación, ¿como sabes cuando es un buen o mal periodo de tu vida? la
respuesta es simple, junta todo lo bueno y restale todo lo malo: si te queda
algo es bueno, si te deja con deudas, bueno... ya sabes la respuesta).
El punto de quiebre fue enero, ese fue un mes en lo
que todo se sentía tenso, ningún aspecto de mi vida estaba mal, pero ninguno
estaba "demasiado" bien tampoco, sentía esa constante sensación de
que había mucha gente en una sala donde estaba un elefante rosado y todos lo
sentían, pero nadie era capaz de verlo, las inseguridades tanto propias como
ajenas se marcaron muy fuerte y las banderas rojas que en algún momento
aparecieron en el camino y decidí ignorar o creer que en verdad eran más
anaranjadas que rojas me estaban siguiendo a un paso más fuerte que el que yo
tenía. Habían tantos planes lindos para febrero, tantos y tan lindos, se veía
utópico y al parecer de visualizarlo tan así, terminó siéndolo.
(Nota N°7: "Las Banderas Rojas"
esta es una metáfora que siempre me ha gustado y que ridículamente no fui capaz
de ver cuando me tocó literalizarme en ellas. Las banderas rojas son esas
señales que en las relaciones, las amistades, trabajos, proyectos, caminos,
destinos y etc van apareciendo y logran levantarle alguna de las dos cejas en
son de alerta, son esas que al igual que en el mar que no se ve "tan
bravo" te avisan que es posible sufrir un daño si decides seguir su
dirección y traspasarlas. Una pareja que no sea capaz de hablar las cosas o te
mienta, un amigo al que escuches decirte a ti una cosa y frente a otros decir
otra, esa punzada en el estómago que te da cuando vas en el centro y alguien
empieza a acercarse mucho a ti, la sensación de "me falta" algo cuando
sales de tu casa... todas esas son banderas rojas y casi siempre es fácil
detectarlas al momento de empezar algo o cuando se ven en las cartas de
presentación de la gente, te permiten frenar algo antes de que si quiera
inicie... pero amigos, no es para nada fácil cuando van apareciendo a la mitad
de un camino que ya habías empezado a caminar)
Febrero fue difícil, tratar de esconder un corazón
roto es como tratar de esconderse una sandía en el polerón y no pagarla en el
supermercado, por lo que la opción fue esconderme yo, de la gente, del mundo y
de mi mismo. Ausencia total, tanto en los mundos reales y virtuales. En Marzo
llegó el momento que supuestamente iba a marcar el paso de otro año
extraordinario e iba a desarrollarse entre bebidas alcohólicas y playas
paradisiacas, cosa que al final pasó, pero no en la intensidad esperada, de
todas formas, sirvió para que a mi llegara ese gran primer momento de catarsis
e introspección. Había un océano de distancia entre mi y todo lo que yo
conocía, las calles, ciudades, la gente y sus cualidades. Estaba en una isla
tanto física como espiritualmente y tuve que lidiar con el hecho de que si no
hacía nada, existía la posibilidad de que al menos en el plano espiritual,
nunca podría salir de allí. Por lo que tras días de calor húmedo, recorridos
turísticos, lluvias con sol y helados de hibisco, pude junto al avión, volver a
donde siempre había estado, conmigo mismo.
(Nota N°8: Las catarsis son momentos súper
amargos en la vida de todos, significan un quiebre, tanto pasado como próximo,
porque de ellos son consecuencia, pero a pesar de aquello, siempre las he
considerado "buenas" porque es de allí, que suelen nacer los momento
de mayor claridad sobre lo que somos o lo que queremos, así que si te ocurren,
siéntete mal, esta bien, pero sácales provecho)
Durante Marzo-Abril-Mayo y mediados de Junio el
tren volvió a sus rieles, empezó esa segunda luna de miel donde todo se siente
en orden y cálido de nuevo. En mayo había tenido una caída súper importante, mi
mamá se había encontrado algo en el cuerpo que le molestaba y encontraba
extraño, ella se asustó y yo me asusté igual, esos fueron días en que sentía me
movía en piloto automático, insistí tantas veces en que fuera a que la
revisaran, que la frase "¿ya sacaste hora al doctor?"
tenía más recurrencia que el mismo "buenos días" con ella,
pero se negaba, no quería y estaba bloqueada, yo trataba de forzarla, pero la
verdad, sentía que también la entendía, la sola idea de que ella pudiera tener
algo me paralizaba, ¿como me sentiría si fuese yo el que lo tuviera? ni
siquiera lo intenté racionalizar... Me acuerdo que cuando por fin pude
externalizar ese susto con alguien su respuesta me rompió un poco el corazón
que se había estado pegando con cola fría durante esos meses "que no sea
tan weona, después no se queje... tiene que ver porque a veces baja tanto la
calidad de vida que no sé..." toda una reacción-proyección de
fatalidad en tan solo cinco cuadras, me acuerdo que quedé helado y no pude
decir nada, no reaccioné con rabia, ni enojo, ni me fui, tonto me quedé y seguí
caminando... ese día habíamos tenido la única "pelea pública" de
nuestra pequeña-gran historia y pensé que a lo mejor por eso era la respuesta
así, no sé... han pasado casi cuatro meses y me acuerdo de la ropa que andaba
trayendo, la calle en la que me lo dijeron, me acuerdo que estaba oscuro y me
acuerdo de los cuellos que nos compramos ese día, siento que me podría acordar
hasta del número de colectivo que tomé para volver a mi casa del terminal si me
lo propusiera porque fue algo que nunca me ha dejado de impactar....
(Nota N°9: ¿Son ustedes inviernistas o
veranistas? mientras escribo esto en mi ciudad llueve, hace un frío
palpable y la vista del exterior está horrible, ayer fue el único día en que
salió el sol, se sintió calor y no llovió -si se los dije, ¡en mi cumpleaños
jamás llueve! obvio que ese 2016 era una señal, los doce siempre han sido el
día lindo de agosto, por eso mi mamá me decía que sabía que yo siempre iba a
estar bien, había elegido nacer el día bonito que tenía ese mes, en fin- y
entre mis muchos regalos de té elegí uno que tiene berries y mangos, tengo el
calefactor en los pies y puesto a Bon Iver bien bajito... ¿como no puede ser
esto lindo? de verdad me cuesta entender a esa gente que no es capaz de
apreciar la simpleza de lo que puede llegar a hacerte feliz en otoño-invierno,
y por lo mismo, siempre lo considero una bandera roja).
En Junio lo que se había agrietado en agosto
pasado, agrietado durante octubre y noviembre y partido en enero se terminaba
de quebrar, y así comenzó a rodar la bolita de nieve...
(Nota N°10: Tuve que hacer una pausa porque
se estrenaba el capítulo de Game Of Thrones y estuvo tan bueno que vale la pena
si no alcanzo a terminar la entrada hoy).
Durante lo que quedó de ese mes y la primera mitad
de Julio cumplí mi sueño de ser un x-men y descubrí mi súper poder, resulta que
después de todo yo podía ser invisible, incluso a plena vista. No salía de mi
casa a no ser que tuviera que hacerlo y no hablaba con nadie que pudiera querer
avanzar la conversación en algo más allá del "hola-hola, como
estás-bien y tu-bien", los audífonos y falta de lentes siempre lo
hicieron algo posible, pero las ganas de en verdad no ver a nadie lo concretaron,
al final terminó siendo más fácil de lo que parecía, la gente en verdad es muy
individualista, por lo que para alejarla de tópicos sensibles solo se necesita
parecer apurado o llenar los espacios de preguntas sobre cosas que no quieres
saber, "las personas siempre quieren hablar más de ellas que de ti"
terminó siendo una verdad casi absoluta.
(Nota N°11: Cuando estás en momento de
rechazo social o vulnerabilidad emocional, un par de audífonos, un paso rápido
y ser corto de vista, pueden convertirse en tu mejor armadura)
Ya estando en el ocaso de Julio la preocupación de
mi mamá pasó de estar en negación a estar en alerta, no era solo que sintiera
tenía algo, ese algo también quería expresarse y lo hizo a través del dolor. Se
preocupó un montón y yo más, empecé a dejar de dormir y llorar cuando sabía no
me podía escuchar. En los días previos a la decisión real de "hacer
algo" se le veía acongojada por las punzadas y tenía que ocupar cada
fibra de fuerza remanente para no agarrarla del pelo y meterla dentro de algún
hospital o clínica, al final vio a alguien y ese alguien (según lo que me
dijo, yo no pude ir) no se demoró ni 10 minutos en decirle lo que tenía y
lo que todos sospechábamos, ese mismo día aceleró todas las consultas y
exámenes que tenían fecha para semanas o meses después y se los hizo, al otro
día ya tenía un pre-diagnóstico: no era imaginario, existía y estaba dentro de
ella, ahora... ¿ese algo venía solo o con la enfermedad que se volvió palabra
prohibida durante los meses que duró su duda sobre hacer algo al respecto? eso
aún no se sabía.
(Nota N°12: El problema de evitar los
conflictos y tener de política de restauración el barrer las cosas debajo de la
alfombra no es solo el que sea cínico, sino que además de juntar tanto polvo,
va llegar el momento en que alguien la pise y todo lo que esté cerca va a
terminar contaminado)
Para ese entonces (suena como si hablara de hace
mucho tiempo atrás, pero en realidad son solo dos o tres semanas), yo ya
ni dormía, el dolor del corazón roto y la figura materna en peligro, sumado a
las presiones de los informales trabajos que tengo más el hecho de saber que
aún no teníamos una respuesta oficial se hacían casi insoportables. Me acuerdo
que el día de los exámenes a mi me tocaba interrogar y la Pauli (ex-compañera
de práctica, actual tutoriada y amiga) se había ofrecido a ir a buscarme a la
casa en auto, ese fue uno de los pocos días en que me dije "todo va a
estar bien", después de mucho tiempo habiendo dejado de hacerlo... cuanta
ingenuidad. Me subí al auto y estaba llorando, me dio tanta pena verla así
que tuve que hacer uno de mis -para mis amigos- tan usuales
comportamientos de Rodrigo: un par de comentarios fríos y chistes insensibles
para desviar la tristeza del lugar donde estaba llegando y provocar algo de
risa cruel,. Conversamos mucho y me contó el porque, le dije que tomáramos
juguitos para alegrar la vida y en eso me llama mi mamá, me dijo que se hizo
todo en un día y el doctor le había dicho lo que pensaba... para cuando corté ya
no tenía espacio para esconderme y le conté, hablamos un rato y con su infinita
ternura trató de hacerme sentir mejor, no me acuerdo si lo logró, solo se que
al menos ese día, me pude controlar y no lloré.
(Nota N°13: La mayoría de los problemas
pueden solucionarse con una siesta, una película o una ida a Mcdonalds, para
todas esas que no, es que existen los amigos).
Pasó otra semana y se hizo el examen definitivo,
fui a la pseudo-operación y la Pauli fue conmigo, como nunca había estado en
una situación así, no conocía lo triste y penoso que podía sentirse tener que
pasar por eso solo, ella si lo sabía y por lo mismo quiso estar ahí para que yo
no tuviera que hacer otro mal descubrimiento... entré y vi las radiografías,
pese a que mis conocimientos de medicina solo se limitaban a las primeras
temporadas de E.R y los casos de no lupus de Dr.House, me vino ese vacío en el
estómago de que lo que miraba no estaba bien, así... entre los gestos y muecas
del doctor y su asistente, no se demoraron en aparecer esas ya tan conocidas
banderas rojas. Y vino la espera...
(Nota N°14: Si alguna vez dudan de alguien,
mírenlo, si alguna vez les gusta alguien y no saben si a ese alguien les gustas
¡míralo! las muecas de su boca, lo que hace con las manos, los tics de las
rodillas o fruncimiento de la frente... todo el cuerpo está lleno de pistas y
los gestos se vuelven los post-it de ese mapa ambulante con las respuestas que
venimos buscando hace tanto)
A este paso y con mi cumpleaños en el calendario de
la cocina anotado para la semana que venía, no se me podía ocurrir una peor
manera de esperarlo... ¿pueden adivinar que pasó? ...supongo acertaron, porque
sí, empeoró.
Los días anteriores fueron lo peor, para mi al
menos siempre lo han sido, no sé si es la melancolía de lo que se está yendo o
el estrés de que se vienen 24 horas en las que "se supone"
deberías hacer tal cosa, estar con tales personas, ser feliz y celebrar, no
sé... si bien hasta este 2017 no conocía el concepto del "Infierno
Astral", si ya estaba familiarizado con su contenido, pero jamás en este
punto, me explico:
(Nota N°15: El infierno astral según lo que
a mi me dijeron, es la explicación a porqué los días pre-cumpleaños suelen
sentirse horribles, pasan cosas desagradables y te sientes miserable, es la
cosecha del mal karma para poder iniciar el nuevo ciclo de cero)
(Semana de tu cumpleaños - Día del cumpleaños:
Sábado 12 de Agosto)
Domingo: Después de los primeros dos días en que lograste
no pensar en ello, la siesta te traiciona con el peor de los sueños posibles y
pasas llorando todo el transcurso de la tarde a la noche.
Lunes: Con las reminiscencias de lo que fue la tarde
anterior y después de dos meses no habiendo tenido ningún tipo de contacto -directo-,
te toca enfrentar en la micro, mientras suena justo la canción más triste de tu
playlist del terror, uno de los encuentros más gratuitamente desagradables con
una de sus amigas.
Martes: En el centro y con la ceguera como tu defensora,
te toca encontrarte con otro de sus amigos y en la tarde con uno de sus
compañeros. Plus: el intento fallido número mil de tener los resultados
de los exámenes de tu mamá.
Miércoles: Siendo la biblioteca un lugar sagrado, seguro y
ahora abandonado por las vacaciones, uno de sus amigos con los que compartiste
se pone a trabajar justo atrás tuyo. Plus: llegaron los resultados y
felicitaciones, tu mamá tiene cáncer.
Jueves: Decides quedarte en tu casa porque ya parece
sacado de programa de bromas pesadas el pasar de toparse con nadie en dos meses
a que con alguien de su mundo cada nuevo día. Plus: Tu perro que es como
tu hermano y único apoyo emocional se enferma, se empieza a sacar la piel a
mordiscos, tu mamá tiene un colapso nervioso y se cancela tu cumpleaños.
Viernes: Entendido ya que siempre la vida puede ser más
perra, toca el round 2, y te vuelves a topar con la misma amiga del día lunes
que te puso una cara de desagrado, pero ahora te saluda... espera media cuadra
sentada y se va al otro extremo de la micro pese a que ya se sentó. Plus:
explota todo en tu casa, colapsa tu mamá, colapsas tu, terminas caminando al
borde de la hipotermia por calles de tu ciudad que ni conocías y después de
mucho tiempo, por fin ya te das cuenta que en verdad no puedes seguir así solo
y decides pedir ayuda.
00:00 del Sábado 12 de Agosto, figuras con tos y
frío, en un lugar de completos después de un día de solo tomar agua y malos
ratos con tus dos mejores amigas dándote cuenta que lo lograste, no te
suicidaste antes de tener 26 y bueno, si hay que buscar algo bueno de ese
contexto, es que al menos el ciclo de los 25 y todo lo que ello significó, al
fin con ese minutero y segundero se terminó.
(Nota N°16: Seas muy estéticamente atractivo
u horripilante, los espejos son ese parámetro al que ninguno puede sacarle el
quite por más que así lo quiera, cuando se trata de situaciones de vida, no
existe espejo más infalible que un buen par de amigos, mírate en ellos y sin
importar lo que te estés preguntando, ahí va estar la respuesta).
Y así llegó el gran día... los cumpleaños siempre
son para mi una fecha importante, cuando son ajenos son motivo de felicitación,
alegría y de compartir, decirle a alguien que estimas, quieres o amas que lo
estimas, quieres o amas, que estás contento de que aún siga ahí, te alegra que
sus caminos se hayan cruzado y que por algún periodo de tiempo hayan podido
caminar juntos. Le llevas un regalo que simbolice ese aprecio y te sientas a
comer un poco para contar esas historias que ya se han contado o recordar los
capítulos más importantes de su cercanía. Cuando son tuyos, sirven para saber
cuanto haz caminado, quienes lo han hecho contigo y quienes te gustaría
pudieran seguir haciéndolo. Te miras un poco tu y un poco al resto y tratas de
con un grafito pequeño y una hoja algo gastada, hacer las matemáticas para así
sacar en limpio la siembra de esta temporada.
(N°17: ¿Tienen alguna tradición extraña de
cumpleaños? en mi casa desde que yo tengo memoria ha sido el vestirse con ropa
(una prenda al menos) nueva para tu día, por lo que cuando estaba en la
pre-pubertad y odiaba los espacios públicos y comprar, la fecha de mi
cumpleaños tenía esa desagradable carga de tener que comprarme una
"tenida" de ropa y tener que probarme muchas cosas)
Este año los resultados habían sido las peores
matemáticas que había sacado en años desde que en tercero de universidad me
había equivocado en un control de Derecho Laboral y la profesora me puso un
uno, este año el calculo me había dejado la siembra con números negativos. La
mascota que me costó 23 años conseguir enferma, un corazón roto y una mamá con
cáncer... ¿Qué tan enfermamente pesimista tendría que haber sido para poder
llegar correcto a la estimación de esta operatoria? ...díganme ustedes.
El tiempo es un señor misterioso, a veces no se
siente y a veces es todo lo que puedes percibir, si trato de acordarme de la
última vez que pude estar solo y bien pienso en una eternidad, pero si trato de
revivir alguna de las salidas tontas que tuve con mi mejor amiga mientras
estaba en la enseñanza media me parece que fue antes de ayer. Hay veces en que
todo lo que uno ve es negro y por más que se frote los ojos y lave la cara, lo
negro es todo lo que hay, es más, hay veces en que en ese punto de visión
pareciera incluso que el negro se hace aún más oscuro, pero como la memoria es
frágil y la cabeza es loca, se nos olvida que el campo de apreciación de las
personas está en 180 grados, y que como esos, hay otros 180 más que jamás
veríamos si no hiciéremos el esfuerzo por girarnos aunque sea un poco, y si lo
hacemos, puede que con algo de suerte hayan a lo menos uno dos puntos de luz
que nos sirvan de guías para saber hacia donde caminar.
(Nota N°18: El gris es uno de mis colores
favoritos y también es la transición entre en negro y el blanco, aunque por
regla general es lo que está presente en nuestras vidas y nos explica que la
mayoría de las cosas tienen matices, nunca está demás entender y aceptar que
aunque nos duela, hay cosas que si se pueden catalogar en binario con
prescindencia de ese intermedio)
A veces es un libro, a veces es una película, una
canción o un disco completo, a veces es caminar y otras veces solo lo eres tu
mismo, ese punto de luz e hilo vinculante entre la catarsis y el volver a
levantarse puede ser cualquier cosa, solo está uno el poder tomarlo como
corresponde: Para mi fueron múltiples: A Work In Progress (libro por
Connor Franta), After Laughter (Disco por paramore) y las temporadas 7,
8 y 9 de How I Met Your Mother (serie de televisión) las que marcaron
esos puntos.
(Nota N°19: Casi nunca pido que comenten,
pero ya que pueden hacerlo en "anónimo" en serio me gustaría saber
cuales les han servido a ustedes alguna vez)
Para esta entrada me centraré en el disco: After
Laughter (traducido como: Después de la Risa) el quinto y último álbum
de estudio de mi banda favorita -paramore-, salió el 12 de mayo y lo
escuché por primera vez en la tarde de ese mismo día mientras trotaba. Tiene
doce canciones y marca un cambio súper marcado en estilo musical de mi banda
número uno en el mundo. La primera vez que le puse una oreja encima me
conflictué un poco, sonaba tan lejano a lo que estaba acostumbrado de ellos, la
primera canción y single me había espantado un poco cuando salió y la segunda
me había dado algo de fe. Le di el play con mucho escepticismo y cuando lo
terminé me sentí alguien nuevo, como un feligrés convertido, no sabía si era
que estaba más viejo o la simpleza de la letra, pero algo me había enganchado,
es raro cuando algo suena tan alegre pero tiene una letra tan triste, ni yo en
ese entonces comprendía lo muy cercana que iba a estar esa dicotomía en la
futuridad de mi vida.
Con los meses que han pasado desde su lanzamiento y
el contexto actual de mi día a día he llegado al siguiente desglose:
1- Hard Times: Es un himno a la ley de murphy, fue el primero de
sus singles y el que causó mi mayor rechazo, hoy en día lo siento como un
mantra, sus primeros versos y el puente no podrían describir mi situación
actual de una mejor manera. (link)
2- Rose-Colored Boy: Suena como Pop de chicle de
frutilla y puede que hasta cierto punto lo sea, fue sin duda la primera canción
que en esa noche de trote me llamó la atención "just let me cry, a
little bit longer" era una linea que yo sabía en algún momento me
había llegado y probablemente volvería a llegar... cuando la analizo con mi yo
actual, siento que como la totalidad de este disco, son temas que me cantaría a
mi mismo a modo de auto-dedicatoria, este en particular, porque el "rose-colored
boy" del que habla la letra es como el yo de los 24 con ese optimismo
camuflado de esperar el "todo va a estar bien" del que ese yo de los
25 se sintió tan ajeno y extrañado. (link)
3- Told You So: Esta canción es tramposa, suena simple y su letra
no es muy pretenciosa, pero no por eso el mensaje deja de ser claro: El himno a
las banderas rojas y las consecuencias del ensordecer a las precauciones tanto
tuyas como ajenas. (link)
4- Forgiveness: Es la crítica y el miedo, cuando la gente o
nosotros mismos nos hacemos daño, el perdón es algo difícil de obtener,
significa decirle al otro que puede volver a hacerte daño otra vez apostando a
que no lo haga y soltar ese escudo de rabia que a veces nos permite evitar el
ruido de lo que queda después de que nos hacen las heridas, es una canción que
hasta las ahora 1:51 del lunes 14 de Agosto aún me cuesta. (link)
5- Fake Happy: Esta canción fue la que hizo el quiebre en mi esa
primera vez que escuché el disco, tuve que parar el trote y sentarme sudoroso a
escucharla, tiene toda esa onda que alguna vez me enamoró de mi banda favorita,
pero adaptada a su sonido y contexto actual, la letra ha sido mi motor durante
estos dos meses y lo que me hizo agarrar el valor para dejar de ser una hoja de
papel ante el mundo (al menos por fuera), el "If I smile with my
teeth... I think I believe me" era lo que necesitaba escuchar en el
periodo de menor valor, siempre he sido alguien con fuerte politica
anti-victimismo y odiador del complejo de mártir, por lo que esta canción me
hizo el llevar la procesión por dentro una tarea más fácil. (link)
6- 26: La canción de esta entrada en un primer momento (aún
no decido bien), la vocalista tiene solo tres años más que yo y como el
proceso de escrituración es distante del momento en que sale el disco, suele
escribir sobre cosas y edades que cuando se publican calzan con las mías, esto
fue un batatazo, un penal directo a lo que estaba quedando de mi para ese
entonces, justo la edad que ayer me tocaba cumplir, justo en el escenario en el
que me encontraba, donde todo se ve imposiblemente terrible y sin solución,
¿como es posible que tu grupo favorito en el mundo haya escrito sobre lo que te
iba a pasar y como te ibas a sentir antes de que sucediera? bueno, ellos lo
hicieron posible, el puente de esta canción es lo único que me ha hecho creer
que tal vez, solo tal vez, puede haber algo mejor... (link)
7- Pool: Esta canción originalmente siempre la asocié a
alguien más, habla de las segundas oportunidades y arriesgarse a creer en
alguien cuando ya las cosas de terminaron y cortaron una primera vez, calzaba
justo con la segunda oportunidad que en marzo me di, todo me hacía pensar
cuando la escuchaba que iba asociada a ese alguien, pero una frase nunca me
calzó, con el tiempo me di cuenta que en verdad la canción tenía más sentido si
la pensaba conmigo mismo, como dije antes, el perdón y la aceptación son cosas
difíciles de conseguir, sobretodo cuando se trata de uno mismo. La vida va a
estar llena de gente que crea en ti, que te de oportunidades o que quiera estar
contigo, pero si después de una desilusión no eres tu el que se la da, la de
nadie te servirá. (link)
8- Grudges: Una de las pocas optimistas del disco, la
vocalista la escribió para su mejor amigo y miembro también de la banda que en
algún momento se fue en malos términos y hoy en día se reintegró, la encuentro
un poco simple, pero me gusta el mensaje, en cuestiones de finales y términos
de relaciones he llegado a creer que la nota N°18 no aplica y pese a que al
momento de separar caminos las cosas suelan verse en blanco y negro, la verdad
es que con el corazón el espectro en la paleta tiende solo a tener muchos tipos
de grises. (link)
9: Caught in the Middle: Otro himno, tal vez mi primer
favorito, no se si porque el verso inicial es una oda a mi canción favorita de
The Cure y literal nombre de este blog (entre días, es la adaptación a In
Between Days, la canción de The Cure), o porque en el "No, I
don't need no help, I can sabotage me by myself" se cataloga la
constante más grande de toda mi vida: la razón de que poca sea la gente que
puede hacerme daño está en que siempre soy yo el que se juzga más rígidamente.
(link)
10- Idle Worship: Esta canción es para mi terapéutica, al principio
no me gustaba, la encontraba muy rápida, muy a destiempo y con falta de
metáforas, cosas en las que Hayley Williams siempre había destacado, pero con
el tiempo caí en que en la simpleza estaba la gracia, el perfeccionismo puede
ser una buena política, pero jamás debería ser el destino, es cruel y poco
realista, y amigos, ya hay suficiente gente que nos querrá hacer daño como para
que nosotros le hagamos la tarea más fácil. (link)
11- No Friend: Penúltima y casi bizarra, para mi, no tiene otra
función que desestresar el sistema nervioso y darle paso al final. Como todo en
la vida, a veces las pausas también son necesarias. (link)
12- Tell me How: El final, tragi-cómico como suene, para mi
significa eso mismo, el final, la letra expresa todo lo que siento respecto a
ese tópico, es triste, pero a veces necesaria. (link)
(Nota N°20: Cada banda y cada disco llega a
tu vida justo en el momento en que debe hacerlo, si lo tratas de forzar solo
puede costarte jamás lograr apreciar lo que en verdad te podría ayudar)
Para mi la música siempre ha sido la vía de escape,
más que la siestas, los amigos y más que mi mismo, el sonido de los
instrumentos, una voz que encuentre agradable y una letra que hable de algo que
me esté pasando en ese momento en mi tienen un efecto esperanzador de compañía
y logran que deje de sentirme solo aunque sea por tres minutos y medio. Los
seres humanos somos gente egoísta y como tales, muchas veces pensamos que solo
nosotros nos sentimos mal, que a nadie más le pasa lo mismo que uno y que esa
soledad palpable de la desolación nadie es capaz de entenderla, pero eso no es
así y para mi cuando una canción lo conversa, logro darme cuenta y salir de esa
inercia.
(Nota N°21: Si alguna vez quieren morir
tomen tequila, no puedo creer que haya tomado 5 shots hace más de 24 horas y
aún siga de vez en cuando sintiéndolos en mi sistema)
Mientras me dispongo a escribir la última parte de
esta entrada, el calendario de mi notebook me informa que ya es 14 de agosto,
empecé a redactar esto a las 7 de la tarde del día 13 y si bien yo mismo me doy
cuenta que seguramente es la más larga que haya escrito y tal vez también la
más larga que nunca escriba, hasta yo me asombro del tiempo que ha llevado...
(Nota N°22: Nunca que salgan a un bar en un
día de frío se ubiquen al lado de la chimenea, calefactor, etc, ayer cometí ese
grave error y ahora siento que me muero de la tos y los mocos).
Terminando lo que es sin duda mi publicación más
personal hasta el momento, siento hay un par de cosas que aún me quedan en el
tintero: La primera de ellas es el asombro, mientras tecleo sabiendo que
ya está más cerca la conclusión, me impresiona de sobremanera el hecho de que
haya sido capaz de redactar todos estos párrafos, que me haya atrevido a algo
así y que más aún, esté dispuesto a dentro de unos minutos a dejarlo libre,
sacarlo de mi y ponerlo visible para los ojos de quien sea logre llegar a
verlo. La segunda son los nervios y la aceptación, se que una vez la
postée dejará de pertenecerme, significará que después si o si tendré que
publicar al menos la segunda de las cartas, pues nada de esto tendría sentido
si no lo hiciera y además, tengo que aceptar el hecho de que más de alguien (de
mi mundo real y cotidiano) puede llegar a este lugar, y que si lo hace, las
palabras que deje podrían esparcirse como fuego valyrio (espero aprecien la
referencia), y si así fuera (cosa que no creo, pues soy bastante
irrelevante), acepto sus consecuencias, porque si bien podría llegar a
recibir una que otra pregunta, siempre va a estar en mi el querer o no
responderla. Terceras son las gracias, a todos los que probablemente no
sabiendo estuvieron ahí, con una chiste fome, una salida a comer o una distracción
momentánea. La no-soledad no significa el contarle a todos lo que te pasa, a
veces solo el que alguien esté cerca sirve para distraerte de lo que te duele,
ayer fue un día distinto a todos mis demás cumpleaños, estaba decaído y mi mamá
tenía una cara imposible, solo una persona de las que vino a mi casa sabía
todas las circunstancias que rodearon esta fecha y aún así nadie dijo nada
extraño ni preguntó demasiado, lograron hacerme sentir querido y por un rato
hasta contento, sin ser una persona materialista cada regalo que me llegó me
mostró que estoy rodeado de gente que en verdad me conoce y eso se sintió
lindo, no sé, en esto de dejar de esperar cosas del mundo a veces uno recibe
algunas bastantes lindas.
(Nota N°23: Los regalos son siempre un buen
parámetro para saber que tan relevante eres para quien te los da, y no, la
medición no está en la cuantía, pues dinero todos podemos gastarlo, pero
hacerlo en algo que de verdad le guste a esa persona puede decir mucho)
Concluyo como siempre con una canción y una
reflexión, la canción será dual y la reflexión unitaria, el primero de los
temas representa el como me siento ahora respecto a mi y al mundo, es mi
favorito de Twenty One Pilots y fue la canción que canté en el auto en la
última de mis citas románticas mientras nos dirigíamos a lo que sería mi
primera intoxicación por comida árabe, la rareza de los ritmos mezclados y la
profundidad en la crudeza de la letra retratan perfecto casi todo lo que me ha
pasado y todo lo siento, pongo el video original porque en las presentaciones
en vivo suelen omitir la frase que siento es mi motor en estos momentos (última
nota de esta entrada), la segunda es la que dije iba a ser la principal de
la entrada en un primer momento, la del disco ya analizado y es de mi grupo
favorito, cuenta como me siento y como me presento a estos 26 años de vida y en
el puente (letra de transición entre el segundo coro y parte final de la
canción) canta lo único que me da ánimos para seguir hoy en día, porque
como dice... la parte difícil no es sobrevivir, sino que aferrarte a ese
puntito de esperanza cuando la verdad es que ya no queda nada más. La reflexión
por otro lado para mi es simple y pese a estar bastante trillada, no tiene por
ello menos sabiduría "Tiempo al Tiempo" es lo que dice la gente con
más años y eso es en lo que yo ahora con 26 años me apoyo, no hay nada más
brutal, honesto e implacable que eso, que lo que se deba volver a juntar,
crecer o emigrar lo haga, pues después de mucho caminar, ya se hizo tiempo de
buscar sombrita y descansar un rato.
(Nota N°24: La siguiente carta si bien ya es
algo firme y que si o si deberé hacer, no tiene fecha ni significa que la
próxima entrada tiene que ser ella, podrían pasar semanas o meses -aunque la
verdad, esperemos no sea mucho-, pero será solo cuando se haya cumplido el
supuesto que pensé para ella, pues si no, no tendría sentido hacerla).
(Nota N°25: Son las 4:50 del Lunes 14 de
Agosto, me demoré solo 7 horas en escribir y corregir todo esto, por un momento
casi me quedo dormido, pero como dice la canción de twenty one pilots y mi
actual grito de lucha que si pudiera me tatuaría: "I'll stay awake,
'Cause the dark's not taking prisoners tonight")
Hasta cuando tenga que ser...
Primera Canción
Segunda Canción
No hay comentarios:
Publicar un comentario