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viernes, 2 de mayo de 2014

Behind the Scenes: El Resfrío

Hola.


Antes de partir quiero decir que estoy un poco sorprendido, va a sonar un poco *tal vez muy* estúpido, pero en serio no sé como ha subido tanto el contador de visitas, hace aproximadamente 3 o 4 entradas estaba en las 500 visitas y de la nada ya vamos camino a los 800. Puede sonar un poco narcisista o "solo quiere decir que lo lee gente" pero no, en verdad que no es así, resulta que fue algo que me topó por sorpresa y no sé si serán muchas personas o solo un par con habilidades especiales para sobre presionar el botón de actualizar página, pero como al menos sé que no soy yo (porque tengo deshabilitado el comando de que tus propias visitas cuenten), es algo que me tiene intrigado, como sea... para variar estoy hablando de cosas que a nadie más le interesan.

La verdad no sé si pueda cumplir lo que estoy a punto de decir, a lo mejor mi estado actual me tiene delirando, ¿quien sabe?, pero resulta que mientras me hacía mi treintava taza de té en un día y medio, recordé que en serio he dejado de escribir sobre muchas cosas... entonces con motivo de remediarlo, decidí que en caso de no morir, trataré de batir mi récord y escribir de aquí al próximo fin de semana, al menos tres veces (ya lo sé, ni yo mismo me tengo fe, pero bueno...), así que eso, sentía la necesidad de contarlo.


"Bitácora de un Resfrío"

Probablemente un tema aburrido y de poca relevancia mundial, pero para mi en estos momentos, es francamente lo único que me importa, porque resulta ser que en estos momentos es viernes por la noche del tal vez mejor feriado que vayamos a tener en el año y yo estoy aquí, usando un chaleco 2 tallas más grandes que la mía, con una bufanda que lleva 48 horas sin salirse de mi cuello, literalmente postrado en mi cama y sin mayor otra compañía que oscuridad total (exceptuando el computador), mil metros de papel higiénico extra suave, una caja de paracetamol, barra abierta en el bar de tés de manzanilla de mi casa e infinitas ganas de que me caiga un rayo... me explicaré:



Todo partió el día miércoles (mi día obligatorio en la clínica jurídica de la universidad), pasándola raramente bien con gente que hasta el año pasado con suerte miraba, hablando de cosas poco profundas, repasando para la prueba del ramo que menos entiendo porque tenía en la tarde (tributario), cantando al ritmo de One Direction y riéndonos de los dramas nivel Venezuela que pasaban en el piso de abajo... ya saben, momentos bellos de la vida, de esos que simplemente se dan.

Me fui a mi casa en un acto de "inteligencia" porque no quería andar todo el día formal en la universidad, pero como calculé muy mal el tiempo, solo me alcanzó para hacer efectivamente eso, cambiarme de ropa y nada más, ni para comprar bebida y abrir un pan me rindió, entonces que allí cometí mi primer gran error del día: salir al patio y decidir que según sintiera estaba el clima me iba a vestir... si, pude haber visto el clima en Internet, en mi app del celular o hacerle caso a Iván Torres que había dicho ayer que ese miércoles llovería, pero por favor, ¿qué sabe la gente que estudia años en la universidad para eso en comparación a mi, que me he auto-vestido la mayor parte de mi vida?, entonces... como hacía calor, el sol pegaba fuerte y todos los otros días recién empezaba a hacer frió a las 7 de la tarde, no se me ocurrió nada mejor que ir con una polera manga corta y un cárdigan encima.
Treinta minutos y múltiples cuadras después entendí mi equivocación, ¿acaso era la primera vez que Iván Torres acertaba en un pronóstico del tiempo? al parecer si... resulta que el sol y calor solo duró mientras la micro cruzaba la avenida que conecta el sector sur de mi ciudad hasta el centro, de la nada ya no había celeste ni luz amarilla, estaba todo gris y peor... corría viento húmedo.

Me bajé sintiéndome tonto y queriendo llegar rápido a la biblioteca para ponerme a estudiar, porque al fin y al cabo eso era lo importante, un par de gotas podían ser aguantadas si me servían para salvar en la prueba... entonces se pasó la hora y caminé a la sala, el día seguía feo y el viento corría fuerte aún, pero no estaba lloviendo, de hecho, estaba algo temperado, así que junté un poco de las neuronas que me quedan, me senté y me dispuse a dar la prueba... una hora cuarenta minutos después y con la muñeca de la mano derecha sonándome como mezcladora de cemento de tanto escribir, había terminado.

Salí contento, pensé en lo mucho peor que me pudo ir, bajé y vi a gente de la generación que viene después de la mía dando una prueba, dos o tres personas me miraron raro y yo pensé que podía ser por mis ojeras o cara de querer llegar a desmayarme en la cama, pero era otra cosa, porque como me había puesto los adífonos incluso antes de salir de la sala no me di cuenta de algo importante, seis metros después de estar afuera del edificio lo noté... ¡ ESTABA LLOVIENDO !


Quise morirme y me puse a reír (reacción completamente normal en mi), había llevado una chaqueta... si, pero brillantemente teniendo poleras, polerones, chalecos, camisas y otras chaquetas que si tienen, se me ocurrió justo ir con la ÚNICA sin gorro, por lo que corrí usándola como capa hasta el edificio que "se supone" imprime hasta tarde... resulta que estaba cerrado. Entonces con la moral en el suelo y sin ganas de ser juzgado por usar una chaqueta de capa me resigné, me la puse bien y camine bajo la lluvia sin un mínimo halo de película americana, si no que esperando me cayera una gota de ácido sulfúrico en la garganta para así terminar mi miseria, al fin llegué al paradero y ¡ sorpresa ! había más gente en los paraderos de mi universidad que en las filas del concierto de 1D, ahí pasó media hora, 3 micros llenas y me subí, entonces fue cuando cometí el segundo auto-strike, porque "inteligentemente" pensé de nuevo: mmm yo que soy más inteligente que el resto me bajaré en la plaza, tomaré otra micro y llegaré a mi casa más rápido y sin caminar por la lluvia.  ¿Pueden adivinar lo que pasó?.............................

Me bajé y el leve viento se había transformado en un tifón, la gente plastificada en prendas de polar o chaquetas impermeables y yo... con una polera con botones que me deja todo el cuello muy expuesto, con un cárdigan delgado y una chaqueta que solo me protegería si pesara 20 kilos encima, claramente algo muy indigno de ver. Allí esperé media hora más, vi pasar micros con tanta gente que no tenían nada que envidiarle al transantiago y ya un poco resignado, me lancé a la vida otra vez, caminé un par de cuadras en la mini-tormenta y llegué a otro paradero, para entonces sentía hasta los calcetines con agua y ni siquiera traté de asomarme a la calle, solo esperé hasta que hubiera menos gente y tomé una de las 3 micros que pasan por mi casa, entonces al fin y después de casi 2 horas más tarde... llegué a mi casa con vans que al pisar hacían un digno beat de canción post-moderna.

Mi mamá estaba acostada, jugando cartas en el computador, un poco enferma y loca por como era mi estado de llegada, me dijo que había once en la cocina y cuando bajé, ya ni siquiera me sorprendí cuando noté que era algo que no me gustaba (ya que más podía salir mal, no?), entonces lo boté, me hice un té y me acosté para llorarle al mundo por twitter sobre mi vida... mi mamá me dijo si quería algo para comer porque se había dado cuenta que no había comido, entonces -STRIKE TRES- le dije que no y con eso... probablemente terminé de sellar mi suerte, dos días durmiendo tres horas, una prueba estresante, 24 horas de alimentarse solo con tazas de té, la mitad de un pan y dulces y pasar horas bajo una lluvia inesperada lo provocaron a eso de las 5 de la mañana del día jueves: un sutil abrir de ojos seguido por un grito más fuerte de lo que me imaginaba, me había resfriado y la garganta me dolía como si en verdad me hubiera caído ácido sulfúrico desde el cielo.

Hasta las siete estuve quemándome con agua hirviendo, paracetamol y pastillas de menta, entonces me quedé dormido y desperté horas después con el mismo dolor... me sentía débil (esa sensación de que los huesos son tan fuertes como palitos de fósforo que da cuando uno se resfría), acalorado y con frío, sin ganas de nada y no hablando por miedo a tragar más de la cuenta y hacerme sangrar la garganta... horas de "como curar el dolor de garganta" en google, comer naranjas y ensaladas con exceso de limón después... bajó, pero ya estaba enfermo, me sentía mal y con ganas de pelear contra el mundo, entonces me quedé dormido. Hoy desperté y el mundo estaba mejor, ya no me dolía tragar, pero me dolía ver y respirar... me soné las narices y sentí que me desangraba, estaba en la segunda fase de mi resfrío (siempre que me enfermo me da un síntoma a la vez), y así... he estado todo el día, con movimiento cero, prohibido de bajar las escaleras y conformándome con lo que skype, YouTube, twitter y páginas de películas me puedan entregar, en el mejor y más largo fin de semana de la historia estoy aquí, confinado en mi pieza, con pastillas cada ocho horas y una apenas alejada ilusión de música fuerte y piscolas... todo lo necesario para escribir una nota suicida y atacar mis muñecas con un lápiz de mina de punta fina.

Así termino mi entrada, sintiendo la llegaba de la tos y el alza de la fiebre, dos horas después desde que la empecé y dándome cuenta que me quedó todo tan eternamente largo que puede que ni siquiera me de la voluntad para corregir todas las faltas de ortografías y redacción que probablemente hayan. Entonces... me despido, como siempre con la canción de la entrada, que si bien no es lo primero en mi mente cuando me enfermo, retrata fielmente lo que siento aquí, tapado hasta el estómago con nulas posibilidades de vida social. Espero que alguien tenga la fuerza de poder leer la entrada entera y que si bien no le servirá para nada, al menos lo haga entender que siempre hay alguien peor y con más mala suerte en el mundo.

Hasta cuando tenga que ser.




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