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lunes, 26 de octubre de 2015

La Maldita Primavera II

Hola.

Si este fuera uno de los momentos en que me imagino la vida con música de fondo, probablemente ahora se escucharía el "guess who's back? back again" del gran Eminem. Y es que sí, han pasado menos de 15 días desde la última publicación y con menos carga de cosas sobre las cuales escribir, por fin tengo tiempo de salirme un poco del esquema y hablar de lo que quiero.

El tema de esta entrada me gusta -como idea al menos- mucho, porque uno, es muy actual y pertinente para el periodo del año en el que estamos, dos, es algo que estoy seguro TODOS hemos vivido, vivimos o viviremos reiteradas veces y tercero, en mi espíritu de periodista frustrado, hasta me hizo hacer un ejercicio de investigación para averiguar mejor una de las áreas sobre las que escribiré. Así que eso, empecemos.

La Maldita Primavera II: "el manual de las malas citas"

Si bien por el título puede sonar como una continuación de la entrada  del mismo nombre que escribí el año pasado - link de ella aquí -, lo único que tienen esa y esta en común, es que ambas nacen de lo que esta época del año provoca en las personas y eso es: la necesidad de no pasar los últimos meses del año acompañado solo de un paquete gigante de papas fritas y la infinidad de series que netflix te puede otorgar.

Cuando la gente piensa en la primavera, el cerebro de manera casi automática tiende a hacer sinapsis con el concepto de "pareja", pero cuando lo hacen, lo miran como algo inmediato y se les olvidan todas esas postas de la mini-maratón que hay que recorrer antes de poder ponerle un título a la simple interacción de dos personas que aspiran a en algún futuro cercano intercambiar fluidos, siendo el primero de ellos: Salir juntos.
Hay de muchos tipos y todas son lindas, entretenidas, terribles e incómodas en su propia forma. Sé que varios pueden pensar que no tengo la suficiente propiedad para hablar del tema porque probablemente sea horrible en ellas y la verdad es que si lo piensan, lo encuentro muy válido, porque incluso yo mismo lo pienso a veces, pero dejando eso de lado, encuentro que el exceso de ensayo y error me permiten al menos hablar de lo que con el tiempo he aprendido de ellas.

A) La primera cita: Históricamente la más incómoda de todas (incluso más que la cita de termino de relación), se compone de tres factores principales: 
-un considerable par de horas junto al ser que te gusta.
-uno o dos planes que ocupen esas horas y que en lo posible te permitan conocer un poco más al otro, y tercero.
-una suma de intentos desesperados para sonar "algo" más interesante de lo que realmente eres y camuflar las ganas de simplemente tirarse encima del otro.

B) La segunda/tercer/cuarta o cita regular: Esta es la que tiene mayor probabilidad de éxito y es donde por fin uno empieza a pasarla bien, en esta o ya estas en una relación o pasaste al menos la primera, así que en algún mayor o menor porcentaje sabes a lo que vas y si no lo sabes, al menos lo haces de manera voluntaria queriendo que suceda. Acá es donde uno puede soltarse más, hacer un panorama "específico" para compartir algo que te gusta, conocer lo que te quieran mostrar o pasar tardes de semi-calor con comida, música, compañía y una serie de películas que -seamos honestos- jamás llegarás a ver completas.

C) La cita que no es cita: Esta -cuando se da todo bien y funciona- es mi favorita, no sé si para todo el mundo sea la misma, pero cuando lo hablé con una amiga entendió lo mismo que yo. Es esa que pasa cuando estas con la persona que te gusta no por algo específico, si no que porque las casualidades de la vida los juntaron en alguna parte (compañeros de colegio/universidad/trabajo, se toparon, etc), entonces se ponen a conversar, pasan tiempo juntos, deciden hacer otra cosa (ir a comer, vitrinear, etc) solo porque si y después de muchas horas, ya estando en la casa, te das cuenta que hicieron las mismas cosas que dos personas hubieran hecho en una cita, pero con un plus, no tuvieron que "tener" una cita y todo se dio de forma natural.

D) La cita que no sabías que era una cita: Esta la odio, me molesta, asusta, pone nervioso y me da vergüenza en todos los sentidos, me ha pasado solo dos veces y ha generado un suficiente conteo de ganas morir para no quererlas tener más. Puede pasar de dos formas, alguien a quien le gustas -y tu no sabes que le gustas- te invita a hacer algo y en la medida que se va dando el panorama te das cuenta que la intención de la salida era otra y quedas atrapado sin poder hacer nada, porque por un lado no puedes enojarte ya que siempre la otra persona puede decirte que lo estás imaginando y quedar mal y por el otro, tampoco te gusta esa persona como para querer de hecho, estar en esa cita. La segunda -en mi opinión- es la peor, porque pasa sin la mala intención de ninguno de los dos, haciendo un panorama que en su inicio no involucraba nada más que pasarla bien y de repente te das cuenta que o a ti te dan ganas de que en verdad fuera una cita y ya no puede serlo o se llega a un punto que algo muy de "cita" pasa y los dos lo notan, pero ni tú ni ella (o él) dice nada al respecto y mueres un poco en la vergüenza de que tal vez la/el otro interprete algo que jamás fue.

E) La cita desesperada/random/on-line: Esta fue la que me hizo investigar. En un principio no estaba en mi conteo de "citas" ya que no sabía que la gente lo hiciera, pero un día hablando con alguien cuya identidad guardaré por respeto a su imagen me enteré que de hecho había gente que ocupaba las aplicaciones de los smarthphones para "salir" y tenerlas, cosa que me dejó medianamente helado porque en mi mente, esas aplicaciones solo existían para juntarse, saltarse todas las postas de la mini-maratón de la "pareja" y de frentón ponerse a intercambiar fluidos corporales. Entonces sacando todo el periodista en mi interior, me adentré en ese mundo: Playstore-Buscar aplicaciones-Tínder-Crear Perfil-Conectar a Facebook (esa parte me dio miedo)-Elegir fotos-Preferencias, y listo, ahí estaba, a una llamita con un radar de encontrar al amor de mi vida o por lo menos, la siguiente peor cita de mi vida.

------------Spoiler Alert: fue nefasto--------------
(Prueba de que fue verdad)
Al principio no entendí nada y me sentí cual Macaulay Culkin en el aeropuerto de Nueva York, abandonado y perdido. Giré las fotos para los lados equivocados, me puse a ver más de lo necesario, dar likes en intereses y una sarta de errores sin fin que me dejaron insinuándome o rechazando al revés de lo querido, perdiendo la posibilidad del amor y un poco de auto-respeto. En eso, empecé a sentir esa sensación de vergüenza ajena(propia) por lo que hacía y cuando estaba a punto borrar el perfil, vino la parte entretenida, y es que era raro para mi que tanta gente estuviera metida en eso cuando el único negocio era mover de izquierda a derecha un par de fotos, pero eso era porque no me había dado cuenta que de hecho, uno podía acceder a un mini-perfil donde estaban las demás(que yo ya había elegido) y una pequeña descripción que era opcional (y que yo claramente dejé en blanco), entonces me sentí en el narnia del Internet y empecé lo que sería una maratón de horas de risa. Desde el "me gusta el campo, la playa y estar con mis amigas", hasta "3n bsk4 del amor berdadero y priXipe asul", las fotos de perfil MÁS FEAS JAMÁS VISTAS POR LA HUMANIDAD y un par de conocidos de los que ni en cien años me los hubiera imaginado encontrar allí. Así, pasaron horas y horas que recordaré por siempre en mi corazón, me reí hasta el dolor corporal y sin tenerme ninguna fe en el asunto, terminé haciendo una respetable cantidad de "matches" con quienes jamás en la perra vida vi.

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F) La última cita (o cita de termino): Como dirían algunos "lo peor para el final", la última cita es aquella que cierra el ciclo, es con la que las dos partes de mutuo acuerdo o una muy decidida dice el adiós final. A la mayoría del mundo no le gustan porque las encuentran tristes o en exceso incómodas, pero yo en lo personal, no las encuentro tan terribles porque con los años me he dado cuenta que la posición ante ellas depende del como y porqué se provocó el termino, me explico:
-Si es de mutuo acuerdo o no es por algo demasiado terrible (infidelidad, delito, violencia, etc), no son algo tan malo, uno se junta, conversa un poco, se devuelve las cosas que son necesarias o se dicen las cosas que hasta ese entonces se tenían guardadas. Se trata de limitar el contacto físico por el motivo de la reunión y finalmente se fracasa en una marejada de manos, besos e intercambio de fluidos del tercer grado conocidos universalmente como "la última comida" o "la última -adjetivo que ocupen para fornicar-", para después de aquella catarsis, de una vez por todas seguir cada uno con su vida.
-Si no es de mutuo acuerdo, lo es porque se volvió inevitable o hay un motivo grave es terrible, en este escenario probablemente sea uno el que se quiere juntar y el otro o no quiere porque en verdad ojalá no volver a verse nunca jamás o lo encuentra innecesario, aquí, si es que se logran reunir todo es incómodo, hay lágrimas, sacadas en cara, un par de mini-peleas, tal vez insultos, un par de palabras finales largamente ensayadas por horas ante el espejo y un adiós para siempre. 

Conclusiones: Así, llegando al final de la entrada y habiendo pasado por la superficie de cada una de las citas más importantes que -supongo- todos tuvimos, tenemos o tendremos alguna vez, es que de manera muy aleatoria he llegado al siguiente listado de ideas/conclusiones/recomendaciones que probablemente no funcionen para nadie que no sea yo, pero bueno, las dejo de todas formas:

I- Si alguien no te gusta tanto, te da vergüenza, solo te la/lo quieres comer un rato, la mejor cita es el cine: pasa tranquilamente como un panorama cotidiano, la película es el justificativo para ir con alguien, la gente se concentra mirando la pantalla, siempre hay filas o puestos en los que no hay nadie cerca y lo mejor de todo, casi absoluta oscuridad.
II- En cuanto al dinero, el momento de las cuentas dicen mucho de la otra persona: si eres medio cafiche, te gusta demostrar mucho o imponerte y querer pagarlo todo, puede demostrar el machismo o feminismo excesivo, educación o cortesía. En mi opinión: si eres hombre siempre tienes que ofrecerte a pagar todo y si eres mujer, la mejor idea es siempre ofrecerse a pagar tu parte, porque al menos de esa forma, el resultado de quien se hace cargo o es un acuerdo, o termina en una situación chistosa en que alguna de las dos partes y cede y es medianamente cómico o lindo.
III- Nunca hay que elegir una película que uno tenga muchas ganas de ver para una cita, está científicamente comprobado que o no la terminarás de ver porque a las media hora ya estará uno encima del otro o de hecho la verás y eso significará que la cita es un fracaso, eres un troll de lo feo y jamás pasará nada con esa persona y aquella película será siempre un mal recuerdo.
IV- Por más mentalizado a hacerlas fracasar o lo poco prometedoras que parezcan, bañarse antes de salir y llevar "protección" - que siútiquerío esa palabra- siempre debe ser parte de la rutina. Uno nunca sabe cuando puede darse vuelta el asunto...
V- Tener un plan de reserva: algún evento/panorama ese mismo día o un amigo(a) pendiente, sirve para pasar las penas y olvidarlo todo o como vía de escape cuando todo sale mal.
VI- Si estás en la categoría de citas online y puedes elegir más de una foto, trata de que entre ellas esté una de tus mejores y una de tus no tan buenas (pero que sea aceptable), fotolog e instagram supongo ya nos han enseñado a todos lo terrible que tener la expectativa de como se ve alguien y después verlos en persona.
VII- Siempre -SIEMPRE- que haya alguna esperanza de proyección, debe haber una cita en que entre las actividades esté tomar alcohol, fumar lo que fumen o hacer lo que sea que tengan de vicio, porque si ella o el es con quienes pueden estar a futuro, créanme que van a querer conocerla/o en todos sus sentidos antes de asegurarse de ello.
VIII- Darse color en la medida de lo necesario: Hay más de 7 mil millones de personas en el mundo, si sacas a los que están en pareja, otro país, los del otro o mismo sexo (cada uno sabrá), los que son ilegales de estar y los que simplemente no te/le gustan, no son demasiadas tampoco las opciones que le quedan a la otra persona y si ya aceptó salir contigo, es porque algo hay, entonces... no está de más hacerse un poco de rogar.

Termino la entrada sintiendo que hable en exceso y que aún así, dejé un millón de temas sin tocar.  Muchas son las cosas que por cosa de tiempo (han pasado más de dos horas desde que empecé), hambre y ganas no puse, entre ellas un análisis más exhaustivo del mundo de Tínder/Chats y esas cosas, que en serio pienso hubieran sido entretenidas de leer y no sé, tal vez si alguien -nunca jamás- me dice que lo haga lo ponga en otra entrada, en fin.

Me despido como siempre con la canción, esta vez, la voy a colocar en el contexto de lo que supongo sería el siguiente paso: en una relación propiamente tal. Es una de mis canciones favoritas del grupo (Passion Pit) y lo pongo por un centenar de razones, principalmente tres: Uno, tiene uno de mis vídeos favoritos para ver en el mundo. Dos, en él sale el amor platónico de toda mi adolescencia aspiracionalmente estadounidense (Sophia Bush) y Tres, en lo que respecta a relaciones de pareja, como funcionan, se dan, pelean, quieren, se odian y las cosas que uno deberían sentir por el ser con quien comparte de su vida, la letra y el vídeo representan para mi lo que las adolescentes calcetineras unicornias denominarían el máximo: RELATIONSHIPGOALS. En fin, me despido esperando que al menos alguien tenga la paciencia de leerlo y que si así lo hace, le haya gustado o se haya reído un rato.

Hasta cuando tenga que ser.


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