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sábado, 19 de julio de 2014

La Racha

Hola.

Casi dos semanas sin escribir, casi dos semanas sin dormir decentemente por un día y casi dos semanas sintiendo la angustia del fin de semestre que recién el viernes de la siguiente llega a término, muchas cosas terribles con una meta esperable y algo difícil al final... ahora que lo pienso, no es tan reprochable que haya dejado esto de lado, pues después de mucho tiempo, a mi parecer... tengo una excusa decente.

En fin, entrando en tierra derecha, planeo ir escribiendo sobre los temas que he tenido en mente durante ya demasiado tiempo, porque siento que de a poco he empezado a olvidar detalles y enfoques que había pensado, entonces es mejor hacerlo antes de que deje de valer el esfuerzo, como sea... mucha palabra y ningún contenido.

"La Racha"

Hay veces en que suena estúpido lo que dicen las mamás, otras en las que suena aún más estúpido y otras-otras, en que suena algo coherente, no se si lo habrán escuchado alguna vez, pero la mía siempre ha dicho "las cosas malas pasan de a tres" y bueno, después de muchos años de risas, he terminado tomándole respeto.

Muertes, accidentes, golpes, peleas y pérdidas, al parecer todo el mal suceso del cotidiano vivir no anda solo por el cosmos, siempre está rodeado de primos o gemelos que le hacen cola y así, cuando uno te visita, no se demora mucho el resto en pasar también, al igual que las olas en el mar que pasan de muchas, la mala suerte también tiene sus réplicas, lo que muchos desafortunados le llamamos "la racha"



Es salir de tu casa y que se te queden las llaves dentro, tener que saltar la reja y rasgarse el pantalón, aterrizar sobre un "regalo" dejado por el anónimo amigo perruno y  terminar por el apuro tomando una micro equivocada, la seguidilla de eventos indeseados todos unidos el mínimo común denominador del usuario: tu persona.

Créanlo o no, yo no soy una persona a la que se le pierdan las cosas, puedo ser desordenado... si, puedo ser tonto, torpe y hasta un poco muy abstraído de la realidad, pero soy de ese grupo de seres humanos que a pesar de tener su pieza como cueva de alguien con mal de diógenes, siempre saben donde está todo, de aquellos amos de su desorden, entonces cuando el conteo de objetos extraviados llegó a marcar la segunda cifra lo sabía... algo andaba mal.

Partido Chile v/s Australia: 


Estaba en el colectivo camino a llegar tarde (vaya que novedad) con un par de amigas, para ir a verlo a un bar del centro, me bajo y cierro la puerta, doy dos pasos y siento el pánico... "algo me falta" pensé, paré en una esquina y empecé con el auto-abuso sexual: bolsillos traseros-bolsillos delanteros-bolsillos delanteros-bolsillos de la chaqueta- bolsillos del polerón. Todo en orden, pero alto ! faltaba mi celular, mientras una parte de mi pensaba que podría estar aún en la casa, la otra caminaba armando formas de decírselo a mi mamá y descifrando como iba a encontrar mis amigas cuando la mitad de mi pueblo posiblemente estaba en el lugar al que yo iba... 3 segundos después, siento vibrar mi corazón. ¡ Sorpresa ! me faltaba revisar el bolsillo interno de la chaqueta, más sorpresas... ahí estaba el celular.
Tres micheladas, tres piscolas, dos litros de cerveza, una celebración en la plaza e incontables aprovechamientos del vaso de "amigos" después estaba en mi cama somnoliento, pasó el domingo y llegó el lunes, 8:10 de la mañana y estaba mi casa convertida en un escenario post-apocalíptico, porque increíblemente de todas las que cosas esenciales en mi vida faltaba la más importante: mi mp4.

Me tomó media hora darme cuenta y aceptarlo, lo había perdido.

Celebración de mitad de Clínica (aka pre-práctica profesional del último año de carrera):

Una exactamente una semana después del incidente del mp4, tras vivir los 7 días más horribles de mi existencia escuchando música desde el celular, con manos un manos libres de audífonos, con fondos de pantalla con flores rosadas (samsung) y viviendo la agonía de desbloquear el patrón cada vez que quería cambiar de estilo de música, para finalmente lograr que mi mamá me comprara otro gracias al esfuerzo de 24 horas de ley del hielo, mi existencia estaba equilibrada de nuevo.
Llegué tarde (como siempre), con mi nuevo mp4 como más valiosa posesión y me reuní con el grupo, compramos las micheladas de rigor (mismas 3 micheladas que compraba el día de ayer cuando me junté con un amiga ahí mismo a tomar), nos sentamos y empezamos a hablar, fluía la buena onda y el merkén de la orilla del vaso, llegó un mago y nos dejó helados, cuando sentí en el hombro toquecitos... "amigo, se te cayó la billetera" escuché y uffff, entre risa e impresión la recogí, muy no-inteligentemente la puse en el bolsillo de atrás y seguí tomando... se acabaron las 3, fuimos por otras tres, y se acabaron de nuevo, bajamos por más y ya no estaba la "promoción" entonces, debiendo hacer caso del destino y sentarse a solo a conversar, ¿qué hicimos? nada más sino todo lo contrario, compramos micheladas de a litro, en eso llegó más gente, dejé salir un poco del odio en mi corazón por alguien que no merecía estar ahí, sacamos un par de fotos y literalmente dejé de existir... mi próximo recuerdo estable es estar bajo mis sábanas, a medio vestir, con ganas de vomitar y una inmensa sensación de ¿qué sucede?, resulta que esos fueron los mejores 15 segundos de mi vida, porque fueron aquellos en los que aún no recordaba nada... entonces pensé: "aaaaaahhh llegué bien de ayer", y entonces paré y empecé a hacer memoria de anoche y noté hasta donde llegaba mi recuento y casi vomité del puro nervio, en serio no recordaba nada, nada de nada... nada.
Me moví buscando mi celular y resulta que no estaba donde yo lo dejo, ahí note que estaba vestido hacía arriba (hasta con chaleco) y no para abajo, que tenía toda mi cama salida y no podía abrir los ojos, miré mi pieza y parecía tal cual como quedó después del terremoto del 2010, no tenía nada, salté y empecé a buscar mi ropa... encontré dos billetes de mil y uno de dos mil, un par de monedas, mis audifonos puestos en el celular (en el piso), con el audífono izquierdo cortado, mis llaves en la chaqueta y absolutamente nada más... perdí mi mp4 pensé, era lo que más me dolía, me tiré a la cama queriendo llorar, me puse en lo más al fondo que encontré y sentí algo en los pies... ERA EL MP4 ! estaba tan feliz que casi lloré, no fue si no hasta ahí que me di cuenta que algo en serio faltaba... no estaba mi billetera.
Empezaron a llegar los whatsapp y notificaciones en twitter, me contaron las cosas que hice y el estado en que había terminado ayer, nada que quiera contar, hizo una reconstitución de escena y estaba decidido, la perdí con absolutamente todos mis documentos y quince mil pesos aproximados, STRIKE TWO !

Último mes de Clínica y comienzo de Pasantía:
Día lunes y con la excusa para la madre ya inventada, me dispuse a ir a mi primer día de pasantía en la defensoría, increíblemente puntual y ordenado me subí al colectivo, cierro la puerta y sentí el infarto, llevaba mi GRAN y espacioso bolso zara (pongo la marca solo para que imaginen lo grande que es) que mi bella madre me compró lleno de pañuelitos, chicles, comida, lentes, escritos y etc, pero sin absolutamente ningún cuaderno o lápices, entonces ya aterrorizado por las señales puse todas mis posesiones de valor que me quedaban (que ya casi eran nulas) juntas y fui al edificio en cuestión, llegué y resulta que no encontraba la oficina... ¿adivinan? ese no era !, corriendo por las escaleras para salir y entrar al que si era pensaba en mi mala suerte, las señales de la vida y como nunca les hacía caso, entonces re-reflexioné, si ya estaba prácticamente sin nada y con todo lo que quería literalmente apretado en un bolsillo ¿qué cosa - aparte de morir baleado - peor me podría pasar? entonces caminé, ahora más lento, arreglándome el pelo y enderezando la corbata, me equivoqué de oficina y piso de nuevo, hasta que finalmente llegué, mi media hora temprano se transformó en 5 minutos tarde, estaba ya mi compañero y yo esperaba el nombre de mi defensor tutor... resulta que con mi compañero se había ido el último disponible, 3 minutos de incomodidad después, una reunión en la oficina con gente de aparente autoridad que yo jamás había escuchado nombrar y dos viajes a la clínica ida y vuelta después estaba claro, perdí mi primera semana de pasantía hasta que hubiera defensores... en términos más normales: tenía una semana de vacaciones !



Y así fue como pasó, tres semanas, 3 pérdidas, una regla matriarcal cumplida a la perfección y un semi-giro karmático que lo mejoró al final, como conclusión saqué dos cosas:
1- A veces es mejor salir con poco a volver sin nada., y
2- Siempre que una misma cosa mala pase por segunda vez, prepárate para una tercera.

Terminando, diré que último tiempo ha sido duro y he sufrido las consecuencias de mi actos, pero que a pesar de ello no todo es malo, porque si bien las cosas en la práctica se fueron complicando, ahora tengo una foto horrible en todos mis documentos y no puedo ir a ciertos lugares por no tener la credencial universitaria (que valiendo más de 8 mil pesos renovarla me niego a sacar), también han pasado cosas buenas, pasé tres semanas de la más entretenida pasantía, conocí gente, hice contactos -espero-, pasé todos mis ramos de la malla, regresaron mis amigos de España y poco a poco he ido recuperando mis ahorros. Entonces, ¿cual es la lección de todo esto? si bien las cosas malas apestan tanto o más que ser orinado por un perro en la calle, eventualmente con tiempo y un buen detergente dejan de hacerlo.

Ahora si, me despido, dejando la canción como siempre (que ahora si que hace mucho sentido) y esperando las cosas terminen de buena forma en la última semana de pre-práctica, informes, ataques de estrés y paranoia grupal, que los esfuerzos valgan la pena y que próxima vez que escriba pueda decir al fin que estoy de vacaciones. Esperando siga existiendo gente interesada en leer de vez en cuando lo que se me ocurre postear, digo adiós.

Hasta cuando tenga que ser.








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