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viernes, 28 de febrero de 2014

Estudiar Derecho...

Hola.

Hasta que llegó el día, oficialmente es 28 de febrero, último día del mes y sicológicamente último día del verano también. Desde mañana todo cambia, se empieza a leer en los estados de facebook, tweets y demases: la gente está entrando a clases. Llueven comerciales de uniformes, cambia la programación de la televisión e inevitablemente terminas sacando las cuenta exacta de cuantos segundos te quedan antes de pisar suelos universitarios o colegiales, porque si amigos... así es como se siente la vida cuando llega marzo.

Entonces, ¿de qué hablar (entendiéndose por hablar, escribir)? bueno... como podrán suponer, al no encontrarme yo en el 0.0000000000001% de la población que tiene tanta tanta plata como para pasar la vida en un trono comiendo papas fritas hasta morir, me someto a las reglas del mundo y eso es, estudiar.
Así que meditando y meditando pensé... siendo mi carrera tan "pintoresca", estando formalmente en el último año y sintiendo todo este mix de dolores estomacales de no querer entrar y a la vez querer salir luego, concluí y me dije que sería buena idea hablar sobre ello, así si alguien la estudia, quiere estudiarlo o tiene curiosidad, esto podría servir como lugar común para odiarlo, pensarlo o simplemente reírse. Así que eso, empecemos...


" Estudiar Derecho "



Nunca les ha pasado que hacen algo o llevan años haciéndolo y de repente un día se preguntan, ¿por qué empecé con esto?
Si es así o se hacen esa pregunta de vez en cuando y les asusta cuestionarse, no tienen de qué preocuparse porque... ¿han escuchado esa regla de "siempre hay alguien peor que uno"? bueno, les diré que si hay algún lugar en que al menos escuchas esa pregunta 3 veces al día, ese lugar es mi facultad de derecho.


Si retrocedo a la prehistoria de mi semana mechona por allá en el 2010 encuentro de todo: desde los tradicionales antecedentes familiares e interés humanista, los "ellismos" al estilo capitán planeta de ayudar a todas las personas que lo necesiten y "el sentimiento social", hasta los más humanos como no saber que otra cosa estudiar, gusto por la lectura, la casi inexistencia matemática en la malla y por supuesto el infaltable extremo de la elegancia: porque quiero ganar plata.

En mi caso personal, partió en 3º Básico cuando nos hicieron escribir un cuento para lenguaje, a mi no se me ocurrió nada mejor hacerlo sobre Chucky y sus novias (mentalidad de 8-9 años) y cuando recibí mi obra literaria de vuelta, venía sin nota y con una comunicación a la casa, resultaba que al parecer era algo muy elaborado para alguien de mi edad y me tenía que haber ayudado un adulto. ¿Qué hice yo al respecto? después de tratar de convencerla por horas que yo lo había hecho sin ser escuchado, no tuve una mejor idea que tomar mis cosas e ir a acusarla a la dirección del colegio pidiendo que la echaran. Fue con ese incidente tristemente recordado hasta que me fui de ese colegio que otros profesores y amigas de mi mamá decían "sería un buen abogado", "siempre tiene que ganar", "es muy agradado" y esas cosas que dice la gente adulta cuando los niños hacen cosas que no son de niños... 
Años más tarde en la media tuve un incidente con una ex-compañera y al un profesor intervenir mi respuesta fue: "usted no debería meterse en cosas que no son de su incumbencia", dos semanas después con el odio sembrado ese profesor me puso 3 anotaciones negativas en el mismo día: una por conversar en clases, otra por mirar por la ventana y la tercera por pedir MI calculadora de vuelta en la clase de matemáticas, ¿qué hice? con todo el esnobismo de la galaxia le dije que no había entrado a un liceo publico para tratar con gente así, de nuevo me fui y llevé a mi mamá (ya tenía más conocimiento del mundo) a dirección para quejarse, pero ella prefirió ir a la sala y hacerlo bajar a dirección para después de 5 minutos de argumentos con tonos de voz altísimos,  tenerlo pidiéndome disculpas... resultados: mi mamá presidenta de curso dos años y yo delegado de curso. Entonces tras otros 3 años de escuchar "deberías ser abogado" por fin me pregunté, ¿porqué no?.

Leyes, Derecho, Abogacía... la gente la llama de varias formas, de hecho, no fue si no hasta que postulé a las carreras que me enteré que el nombre correcto era "DERECHO" y junto con eso, empecé a recibir el montón de originales chistes como "no vayas a estudiar chueco" y esa infinidad de clásicos del humor que supongo cualquier aspirante a abogado a oído alguna vez.
5 años, 5 y medio o a veces 6 dependiendo de la malla, decenas de ramos que hablan de lo mismo en formas distintas, semestres extraños, exámenes reprobatorios y más libros de los que un lector promedio querría tener son parte de los elementos que acompañan a cada estudiante desde que cruza el umbral de la primera sala de clases.


Ahora si me preguntan: ¿Y cómo es el viaje? yo les diría lo siguiente:


Primero es siempre el mejor año, los ramos hablan de la introducción a los millones de otros que vendrán en el futuro, se recuerda un poco de historia, un poco de lenguaje, las clases son accesibles y tienes un horario median amente decente. Sacando a los antisociales o gente demasiado cool para verse "nueva" por la universidad todos son amigos, los grupos de gente con los que sales podrían llenar una micro, compartes el odio por los profesores y el amor por juntarse a comer. Caminas en patrulla al paradero, la alegría de uno hace a todos estar contento y el fracaso del compañero se pasa en compañía de todos, las ventanas entre clases son para estar tirado en el pasto y los carretes, ¡ ooooooh grandísimo dios ! los carretes del primer año solo podrían no estar en tu sistema si te los perdiste o por alguna circunstancia tomaste más de lo que tu cerebro aguantó, lo que en este mundo... no es tan extraño que digamos.

Segundo no es difícil, vendría siendo algo... "complicado", no porque existan ramos imposibles o infinito estrés con los apuntes, es más que nada difícil socialmente, ya que por lo general los grupos de 40 personas dejan de existir, los pequeños encuentros de opiniones en primero hacen que con el paso del verano llegues a marzo con un poco menos de "todos" y un poco más de "algunos", si bien hay buena onda general, existe mejor en los grupos pequeños, esos que se ven juntos en el total, pero forman pequeños círculos en los bordes. Elegir ramos y profesores te separa de algunos y acerca más a otros, ves caras nuevas y de a poco se empieza a hacer notar el fenómeno del "el alumno de la generación anterior", las horas se hacen más largas, hay días cerdamente cargados y otros en que vas por un par de horas o si tienes suerte, puede que ni siquiera tengas que ir. A mitad de semestre lo que eran uno dos, empiezan a ser 5 o 6 "se lo echaron" y las vacaciones se hacen un evento cada vez mas lejano.

Tercero es lo peor en la opinión popular (para mi es cuarto), desaparecen las introducciones y todo lo que fue un "acercamiento" pasa a ser materia pura y dura, la escuela te da a conocer las muchas ramas que existen y con eso nacen las vocaciones, si te gusta el área penal, civil, procesal,  laboral, el servicio público-administrativo, económico puedes centrarte en eso, o si prefieres, puedes llegar a cuarto para conocer las aún más específicas. Son 6, 7 u 8 ramos, todos específicamente de la carrera, con pruebas más juntas de lo que desearías, los textos, apuntes y sentencias crecen clase a clase y el sentimiento de "acaso X profesor no se da cuenta que hay más ramos para los que estudiar?" nace dentro de ti. Las ventanas largas ya no se pasan en el pasto, se pasan comiendo o derechamente camino a la casa para dormir un poco, los grupos se hacen más pequeños ya que tiendes a juntarte con los que han sobrevivido al año anterior y así refugiarse de la oleada de "alumnos del año anterior" que lejos de ser una ayuda, son el constante recordatorio de "ese puedes ser tu el próximo año", comienzas a elegir profesores porque son fáciles y el "a cuantos se echó el año pasado?" se transforma en la primera de tus preguntas cuando pides antecedentes.

Cuarto es la última guillotina, en primero se van los que no pudieron con la universidad, en segundo los que no pudieron con la carrera, en tercero los que tomaron malas decisiones, calcularon mal los tiempos o se preocuparon más de otras cosas, pero en cuarto como dicen las series gringas "The shit gets real", ya ninguna materia es "amplia", desde la primera clase hay algo que estudiar, leer o repasar, los puntos y figuras se pasan como si todos fuéramos "alumnos del año pasado" y por lo tanto tuviéramos la noción básica al respecto, las pruebas se ponen violentas y los profesores suelen ocupar más el lápiz bic rojo que el azul o negro a la hora de poner las notas. Los grupos desaparecen o se hacen realmente unidos, empiezas a conocer gente que solo veías o saludabas, ¡ porque oye ! ahora estos son tus compañeros. Tu generación tiene más cadáveres que sobrevivientes y al final del día siempre es mejor remar con alguien a nadar solo. Por otro lado, cada momento libre es un instante de alegría que se celebra y los carretes, oh amigos... los carretes en el mundo de los abogados es la única cosa que jamás dejará de perder su encanto.

Quinto suele ser el último año (claro, para el 5% de la carrera), en los últimos ramos se ve la especificación máxima, se cierran las áreas y todas esas cosas que no entendiste en el último cuatrienio de tu vida te dan la opción final para asimilarlas. No se duerme, se come poco o se come mal... yo aún no lo empiezo, pero por lo que he escuchado el último tiempo, solo se trata de aguantar, no rendirse, rasguñar cada nota que pinte un mal panorama y sobrevivir... después de eso, solo queda la patada en la cara final a.k.a: "el examen de grado", pero amigos... eso no es algo de lo que vaya a hablar hoy día.


Habiendo dicho eso, procedo a hablar de las cosas buenas, porque aunque no lo parezca, no todas las cosas son malas (no por nada es de las carreras más saturadas).
Derecho es una carrera medianamente bien pagada, con mayor y mayor proyección a medida de como este evaluada tu universidad a la hora de salir, te hace manejar una cantidad de conocimiento y temas que la mayoría de las personas desconoce, puede hacerte fáciles cosas que para el resto resultan dificilísimas, te hace un poco más amargo y calculador, pero a la vez... te hace más perspicaz a la hora de revisar algún papel, hacer un trato o cosas por el estilo. Cada buen momento que se vive dentro de la universidad se siente 5 veces mejor de lo que es normalmente, las fiestas y celebraciones a medida que pasa el tiempo se vuelven monumentalmente buenas, las experiencias quedan para siempre y las personas continúen o no en tu vida, siempre traerán ataques de risas capaces de despertar a cualquier persona 200 metros a la redonda.


Finalizando, he llegado a la conclusión de que si alguien me preguntara si debiera o no estudiar la carrera, (después de haberme asegurado de que es lo que en verdad quiere... porque ante la duda, a veces es mejor abstenerse), le diría que lo hiciera, porque lejos de todas esas noches sin sueño, momentos malos, gente rancia, comentarios y pelambres de los que primer plano sentiría envidia,  lagrimitas esporádicas y los malos amigos, todos esos "extras" de risas random, almuerzos de 5 horas, salidas a tomar con tenida formal, intensos carretes, lazos bonitos e historias que llegan a parecer falsas de lo notables que son valen mucho más. Y además por que digan lo que digan las típicas viejas de la esquina, al final del día... todos necesitan un abogado.

Termino la entrada sintiéndome muy tranquilo y aliviado porque créanlo o no, pensé que esto resultaría en algo mayúsculamente peor, de hecho la primera vez que pensé en la idea fue algo catastrófico, porque más allá de lo académico, siempre ponía el acento en lo social y como eran las personas y no, eso no es algo que valga mucho la pena mencionar, sobretodo porque es algo muy sesgado y terminaría siendo irrelevante. Como sea, les dejo la canción de la entrada como todas las veces, que por esta vez, no formará parte de lo que he estado escuchando la última hora y media de mi vida ya que no tiene relación alguna, sino que será una canción de una vocalista que me hace dormir con su fomedad, pero que con su título identifica todo lo que siento hoy, 28 de febrero de 2014 hablando de esto con el público imaginario del Internet, es decir, la tristeza veraniega en su máximo esplendor.
PS: Puse el remix, porque mi sentido arácnido me dice que si pusiera la original, más de alguien podría caer en coma del sueño.


Hasta cuando tenga que ser.



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