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domingo, 16 de marzo de 2014

Awkward...

Hola.

Lo prometí y lo estoy cumpliendo (momento de auto-orgullo). A tres días de mi última entrada estoy escribiendo de nuevo y es que puede ser una tontera y todo, pero en serio durante de las últimas semanas me han pasado tantas cosas que sin querer se activó ese lado de mi cerebro que no funcionaba desde el primer año de mi blog personal en que sentía la necesidad de escribir sobre muchas cosas, y ahora... existiendo este espacio,  algo dentro de mi dijo: ¿por qué no?...



"THE AWKWARDNESS"

Antes que todo no, no estoy tratando de parecer gringo ni dármelas de algo que no soy, solo que para explicar el tema del que voy a hablar por más que busqué en mi diccionario sopena de sinónimos y antónimos versión 2007, no pude encontrar una palabra que expresara tal cual lo siento y resulta que en inglés, ya sea por como se ve escrita o se pronuncia en mi cabeza sonaba como la única forma de hacerle justicia.



Si me preguntaran a mi (cosa que claramente nadie está haciendo), yo lo describiría como la mezcla entre dolor de encías, ganas de esconderse y esa sensación que sufrimos algunos cuando los autos bajan rápido de las calles normales a la carretera. Se da de tantas formas que es difícil clasificarlo, pero todas tienen en común el hecho de que cuando pasan, provocan en el afectado ese infinito deseo de que se abriera la tierra, terremotiara grado treinta o cayera un rayo a dos metros con tal de poder salir de ahí.

Cunando era más chico las causas siempre eran tontas o ridículas: un boner inapropiado, que te hicieran leer un párrafo de algo frente al curso, caerse en público y esas cosas. Cuando eres adolescente cambian por situaciones con el otro género: como que te salude alguien que te gusta, no saber de que conversar o que te pregunten/hablen de cosas sobre las que no tienes idea, pero cuando eres grande y te relacionas con más de las 5 personas que siempre han sido tu grupo, el campo de detonantes de situaciones incómodas adquiere proporciones masivas.


No sé si tiene que ver con el hecho de acumular más años en el carnet o que te rodees de gente en un ambiente que aspira más a automanterse y tener auto que a llegar a la casa para saber que hizo la mamá de almuerzo,  pero poco a poco, mientras dejas de sentir esas ganas de auto retratarte en cámara desde ángulos superiores y hacer shows públicos, empiezas a desarrollar esta habilidad de sufrir un episodio de alergia psicológica cuando vez haciendo algo a alguien que según tu, solo lo deja en ridículo,  quedas metido al medio de algo en lo que no tienes interés, te dicen la cosa más inesperada del universo o  preguntan por el tema más impertinente en el peor lugar posible... ahora, ¿Cual es el verdadero problema de todo esto? LA REACCIÓN.

Pasa que en realidad el problema no es simplemente vivir o ser testigo de situaciones que te hacen sentir la incomodidad, si no que la guinda de la torta la pone el hecho de tener que responder frente a esos escenarios.
Y es allí precisamente donde entro yo, porque amigos, si estos momentos fueran la vida y existiera una universidad que te los enseñara, yo sería el profesor con más magíster en : "las cosas que no se deben hacer".
Mi nutrido historial de fails sociales van desde el hacer conejitos cuando el amor de tu vida te saluda a lo lejos, decir "oooooh wena" cuando te dicen "te quiero", ataques de risas cuando señoras muy señoras se caen en el centro y grandes momentos como consolar con un "igual ya estaba como viejita" frente a la muerte de pariente... entonces, ¿que es lo que les puedo entregar yo a ustedes? Nada más y nada menos que una lista de útiles y técnicas que con "algo" de agilidad mental los pueden ayudar a salir de tan indeseados momentos tanto como lo han hecho conmigo.


"El Kit para sobrevivir a la incompetencia social"


- Audífonos
- Smarthphone
- Papel Higiénico / Pañuelitos
- Cualquier líquido embotellado
- Rutas de escape a la vista
- El cordón de una zapatilla algo más suelto.

¿Como funciona?

La técnica está en siempre tener algo que pueda provocar un accidente o circunstancia inesperada que sirva como excusa para no prestar atención o derechamente alejarse del foco de peligro.

Ejemplos:
- Si estas con una pareja de pololos/amigos que se ponen a pelear de la nada y la situación empieza a tomar colores de seriedad o ellos se sacan en cara temas muy personales, la botella de agua es lo más efectivo, porque con una tapa media suelta y un movimiento premeditadamente torpe puedes mancharte tu, un lugar o a alguien más y en cinco segundos todo terminará en una risa/disculpa o un "voy a buscar papel" que serán 10 minutos fuera del lugar hasta que dejen de pelear. Si esa situación pasa en movimiento dentro de un lugar como la universidad o colegio lo mejor es el cordón porque un "adelántense mientras me abrocho" es siempre una buena excusa para encontrar a alguien y salir de ahí.
- Si ves a alguien que no quieres ver o se acerca un ser que pretendes evitar, el tener audífonos puestos y los lugares alternativos a la vista siempre ayuda para cambiar la descortesía por simple "pavismo".
- En momentos académicos como la división de un trabajo del que no entiendes nada, el tener que ofrecerse para algo u otros contextos, como cuando te pierdes en un carrete o llegas muy temprano a algún lugar, el teléfono con twitter es el salvador universal.
- Los pañuelitos para simular torpedos o como prueba para los estornudos frente a una declaración inesperada.


Y así, cualquier otro que se les pueda llegar a ocurrir y les permitan concentrar la atención en otra cosa, porque mientras se puedan evitar las caras de mierda en un saludo indeseado,  respuestas tontas, risas incómodas o mala imagen pública por una reacción digna de alguien con Tourette, el quedar como un ser socialmente  pavo, torpe o despistado, es siempre una mejor opción.

Así termina la entrada de hoy, inspirada por los mil y un momentos incómodos que he vivido en mis primeras dos semanas de clases (que no eran clases-clases) y probablemente adelantando lo que se venga en el resto del año académico.
Ojalá hayan podido darse el trabajo de leerlo, les sirva para algo o lo que sea, en lo que a mi respecta, al menos me permitió de manera escrita sacar fuera una de las muchas cosas imbéciles que componen mi vida la mayoría de los días.

Terminando dejo la canción de la entrada (como siempre), si bien no tiene mucho que ver, el ritmo y esas cosas locas me hizo pensar de manera divertida en todos esos momentos en que me gustaría tener un botón de "¡EJECTAR!" pegado a la parte de abajo de mis mangas. Habiendo dicho eso y sintiéndome medianamente conforme... me despido.

Hasta cuando tenga que ser.



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