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sábado, 3 de junio de 2017

Ruta

Hola.

Increíblemente siento que perdí la habilidad de "empezar" a conversar, lo encuentro rarísimo porque me encanta, lo hago mucho y muy seguido, es de las cosas que más me une a mis amigos (podemos estar horas y horas solo conversando) y causal de más de un dolor de cabeza para quien no esté de humor y se tope conmigo, pero el iniciar aquel proceso es el que me he dado cuenta el último tiempo se me dificultó... como en esta introducción, por ejemplo.


"Ruta"


(Llevo una hora tratando de descifrar como quiero escribir esto, porque siento que la forma en que lo pensé, sería muy similar al tópico de la entrada anterior y eso me conflictúa)

Ayer estaba hablando por whatsapp mientras decidía que hacer con mi vida de viernes por la noche, en una de esas conversaciones post-tormenta interpersonal, donde se habían herido sentimientos y sensibilidades y que por lo usual, sirven de puente entre la incomodidad de la infraestructura golpeada y la "normalidad" de la ciudad en remodelación, de esas en las que quienes hicieron o dijeron cosas que no exteriorizaban lo que en verdad de sentía o no exteriorizaban derechamente nada buscan (valga la redundancia) buscarse.

En eso estaba cuando me pegó un ataque de honestidad y señalé el elefante rosa que estaba en la habitación virtual: ¿estabamos compensando? ...después de ello y cual meme de hacer un par de años en que un niño en tirolesa se pregunta cómo tomó tanto vuelvo, terminé en un fugaz episodio de vómito verbal donde reviví el que aún me sentía un mal por lo que había pasado, pero que la verdad ya no sabía que hacer y pese a lo triste que era, me estaba asumiendo en esa realidad... Y la verdad es que era cierto, un no-hecho tan pequeño me había tenido sintiéndome tan mal que ni siquiera podía ejecutar la rutina del "mejoramiento" de forma normal y había vuelto a pisar terreno delicado, aunque con una pequeña distinción: Esta vez, pese a que todas las vocesitas que poco a poco aprendo a dejar de escuchar me decían que los sustos que alguna vez me dieron se estaban repitiendo, prefería creer, ser paciente (no conformista, ni aceptar lo que no me gusta y me hace daño y sentirme pésimo) y esperar... esperar al tiempo y esperar lo mejor, porque no sé como, una parte de mi se sintió estable en lo que teníamos y a pesar de que (geográficamente) estábamos mucho más distantes de lo normal, me sentí también cerca.


(Claramente aquello jamás lo escribí así, pero lo pensé, sentí y escribí algo que de forma informal lo diera a entender).

Con ese episodio en mente es que me puse a pensar en la ruta, los caminos y los trazos que normalmente marcamos las personas en la vida y que apuntan hacia donde queremos ir. En lo personal, a mi ese ejercicio no me había costado mucho, porque en la normatividad del crecimiento, donde me tocó existir hasta los veintisiempres al menos, el camino tiene sus instrucciones con él en todo momento: 

-Enseñanza Básica-amigos-familia.
-Amistad-juegos-bromas-peleas-reconciliaciones.
-Enseñanza Media-amigos-adolescencia-familia.
-Intereses románticos-dudas-compañía-crisis-peleas-arreglos.
-Universidad-amigos-familia-relacionesdetodotipo-estrés. 

Pero ahora que todo esto tiene su tick, sé lo que se espera, sé lo que me gustaría, pero me cuesta ver el punto de encuentro para buscarle el punte y poder caminar hacía allá, siento como si tuviera todos los sustantivos pero constantemente me estuviera quedando corto de verbos y es raro, porque son tantos caminos los que se pueden tomar y tantos aspectos distintos donde se necesita caminar, que pareciera que uno está en esta vida para siempre continuar y esas siestas bajo las sombras de los árboles en verano donde uno se siente seguro y puede descansar apenas lograran ser espejismo de agua creado por el calor en la carretera durante los días de verano.

En lo concreto del asunto que dio inicio a esta reflexión, me pasa que ese campo de mi vida, es de los pocos que tiene una ruta establecida, no lo está porque así "tenga" que ser, ni porque lo quiera forzar de esa manera, está así porque esa es la ruta que quiero, la que cuando conversamos nos hace imaginar planes locos de años que aún no llegan y viaje o bienes que todavía no se tienen, esa es la ruta donde el tal vez se siente mejor, lo es para mi y según lo que me han dicho es algo compartido, pero es difícil, es una ruta que no tiene camino porque el camino se va haciendo todos los días. Hay veces en que ese pavimento es como el pasto mejor cuidado y otras en los que está lleno de agujeros listos para hacerte caer, incluso a veces es hasta arena, y levantar los pies pesa tanto que sientes estás amarrando todo a la fuerza y la ruta no llega a ningún sitio. Pero yo, que soy nuevo en esto de caminar y  que además (en este ámbito) este constituye mi primer viaje, llegué a un kilómetro donde siempre que la compañía sea sincera, sentida y también empeñosa en la vicisitudes de la carretera, solo quiero seguir caminando.

Termino la entrada sintiéndome traidor a mi palabra ya que la canción que pondré como tema de la misma tiene dos infracciones: uno, es LA canción de mi banda favorita que siempre me dije me tenía que guardar para mi mismo, porque por mucho tiempo y aún en la peor de las tormentas que ya una vez echó esta ciudad abajo, fue siempre el mantra para buscar salir de los escombros, y dos, porque hay una frase del puente (señor o señora que puede llegar a ver esto un día, por favor, a tono personal les pido busquen la letra y si no saben inglés, más aún en favor le pido que se den el trabajo de traducirla, porque es preciosa, en su mensaje y sobretodo en ese puente) en la que aún siento no me reflejo, porque pese a que dice que ya no está asustado de que le hagan daño y yo así lo quiera... sí lo estoy... y bastante, me asusta seguir sintiéndome mal a lo lejos, no quiero tener ese revoltijo helado que te da cuando te sientes poco querido o despreocupado por quien tu quieres, me asustan también las palabras feas o gestos hirientes, tanto si vienen de mi o hacia mi, no quiero pensar que soy poco importante, que no valgo el esfuerzo o un gesto de vez en cuando, pero mi forma de cumplir con esa parte de la canción es otra, yo busco dejar de tener miedo teniendo esperanza, poniendo mi fuerza en el querer y transformarlo en poder, ojalá también entender y por sobretodo, en sentir.

Hasta cuando tenga que ser...



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